Sumario:
Médico de Orgaz
Publicaciones

Defensa y verdadero manifiesto de la via curativa que Don Manuel Pellaz y Espinosa, médico de esta villa de Yepes, tuvo en la assistencia de doña Maria del Aguila … .-- Madrid : s.n., 1702 .

El motivo de escribir esta obra fue una disputa que tuvo con otros dos médicos, y trata en ella de justificar su forma de actuar.

La disputa versaba sobre la muerte, ocurrida en Yepes, de una paciente del doctor Pellaz, y sobre las causas, características y tratamiento de la enfermedad que la causó. Parece que sus contrarios mantenían que murió a causa de la purga que el médico suministró a la enferma. Como no conocemos los argumentos de sus contrarios no sabemos cuál de las partes tenía razón.

En la censura que figura en las primeras páginas del libro, Cristóbal Rodríguez de Saavedra, médico de Olías, valora la obra de esta forma:

“... y parece pudo darse esta ocasión para así darse a conocer sujeto de tan estimables prendas pues supone, en tan breves páginas y cortos años, mucho estudio y comprensión de doctrinas, sin que se oscurezca nada de lo dicho por el contratiempo de haberse muerto dicha señora, pues esto no quita lo arreglado que obró el Autor, como doctamente prueba con sus sólidas razones, como también... Concluyo mi Censura, y digo cuanto importará a la enseñanza y lisonja de todos que el autor dé este pequeño (aunque grande en su contenido) parto del entendimiento a la estampa, para que de esta suerte logren sus buenas prendas la estimación debida ..."

Por tratarse del vecino pueblo de Ajofrín, refiramos esta curiosidad: El mismo Pellaz, cuenta en el libro, cómo esta disputa fue la causa de que el Ayuntamiento de Ajofrín no llegara a contratarle como médico titular, tal como tenían apalabrado. Dirigiéndose al lector dice:

“Bien sabes cuánto, a banderas desplegadas, se dijo en eta Villa [Yepes] cómo yo había muerto a dicha mi señora Doña María, y no sólo se quedó en Yepes sino que al mismo [tiempo] pasó por todos los lugares de la Comarca corrió fuerte; y lo que sentí, además del agravio que me hicieron, fue que a este tiempo perdí el crecido salario de la Villa de Ajofrín, pues hallándose allí un sujeto de esta Villa [Yepes] , preguntándole mi obrar en la Epidemia, temerariamente, y con poco temor de Dios, respondió lo dicho. (pp. 4-5)

Espejo de consultas, que con luz participada de los principes de la medicina se manifiesta para vtilidad de muchos.-- Madrid: Isidoro Colomo, 1708.

Hernández Morejón presenta esta publicación de la siguiente forma:

"Esta obra está dividida en tres discursos. En el primero manifiesta la utilidad delas consultas; en el segundo el estilo y forma con que debe precederse en la relación de la enfermedad ; y en el tercero el modo como han de finalizar aquellas.

Además de dar reglas generales del modo y forma como han de conducirse los médicos en las consultas, apoya la necesidad de estas, siendo los males graves, con máximas de los médicos y filósofos de la antigüedad, y da preceptos para indagar la esencia de la enfermedad, el órgano que padece, las señales más racionales para conocerlo, su pro nóstico y terminación.

Es obra que aun hoy día puede consultarse con provecho, sin embargo de ser mejor la de Cristóbal Francisco de Luque sobre el mismo objeto, y de la que ya hemos hecho mención." (5)

Sánchez Quintanar en su Biblioteca Médica Hispano-Lusitana resalta la figura del médico Pellaz y valora muy positivamente su publicación Espejo de consultas …, a la que califica de obra maestra:

“La decadencia en que se hallaba entonces la Medicina entre nosotros permitía los exámenes de Médico sin asistir a las universidades, y las consecuencias eran palpables en los primeros pasos en el desempeño de su nuevo y gravísimo cargo, pues apenas sabían hacer la exposición del caso en una consulta. Cosa muy grave y de trascendencia para la sociedad que afectó en gran manera al instruido joven Pellaz que, habiendo tenido ocasión de tocarlo muy de cerca, quiso corregir en parte este mal escribiendo una obra en la cual pudiesen instruirse los principiantes y no pocos viejos […] Y así, ayudado de la experiencia que de ello tengo, este todavía muy joven según se lee en varios pasajes de la obra, se decidió a componer un tratado […] en donde pudieran los médicos aprender y conservar lo más selecto de los grandes varones de la medicina , por esto no quiere que se la atribuyan pretensiones de sabio , y en realidad no puede negársele al justo título de instruido, porque admira la mucha textura que este distinguido joven tenía a los diez o doce años de ejercicio profesional. Fue su pensamiento felicísimo que aunque entonces puso la primera piedra el joven Pellaz sin ningún género de vanidad ni pretensión fue sin embargo feliz pensamiento que no le han desdeñado los mejores talentos modernos de contribuir a mejorarle y ensalzarle hasta el punto de constituir hoy uno de los más bellos ornamentos del grande edificio médico-quirúrgico. Increíble parece que se halle tan olvidado este autor y su libro en un tiempo en que no se da un paso en la ciencia que no se afiance en los elementos que la constituyen, porque el modesto título de Espejo de Consultas no es, como por su título pudiera inferirse a primera vista, un cuaderno que contenga algunos pormenores relativos a las conferencias facultativas ; es una obra maestra porque toda ella es un compendio de las excelentes y sublimes máximas de la más grandeza […] La obrita es única en su género y no hemos querido perder la ocasión de darla a conocer con algunos pormenores para que se vea que los médicos españoles no ignoran ninguna de las partes importantes de la ciencia de curar en ningún tiempo”. (6)

Sobre la vigencia de esta obra al día de hoy puede consultarse el trabajo La consulta médica. Una práctica de la medicina en el siglo XVIII de Pilar León (7) en donde el libro de Pellaz es citado de forma reiterada como autor de referencia.

Escrutinio febrilogio, promptuario ò taller que demuestra la individual naturaleza de la Fiebre en comun, y contraida à la razon de maligna, previene su mas arreglada curación.-- Madrid: Antonio, 1729.

En la portada del libro se dice que Pellaz lo escribió cuando era médico de Ciempozuelos .

Hernández Morejón hace la siguiente presentación sobre la obra:

"La divide el autor en siete capítulos. En el primero presenta varias opiniones acerca de la esencia de la calentura maligna; en el segundo examina cual sea la causa ó causas que puedan motivarla; en el tercero propone los signos más especiales a que con el mayor cuidado debemos atender para caracterizarla; en el cuarto refiere todo lo relativo al conocimiento de la parte afecta ; en el quinto se ocupa del pronóstico en estas dolencias; en el sexto propone la curación más conveniente en su concepto; y finalmente en el sétimo aconseja los medios más oportunos para remediar en cuanto sea posible los infinitos síntomas que suelen acompañar á estas fiebres.
Esta obra, aunque voluminosa y bastante erudita, no es de aquellas que pueden recomendarse con gran provecho a la juventud.
Es el tratado de calentura maligna de menos mérito que escribieron nuestros españoles. La teoría que le sirvió de base fue la de los ácidos y los álkalis." (8)

Puntual y verídica relación de lo sucedido en una de las muchas villas o lugares que componen el reinado de Toledo con su médico titular llamado Honorato Anteo […] desde mediado el mes de junio de 1736... [Manuscrito].— Biblioteca Nacional, Signatura: Mss/8335...— Edición y anotaciones: Jesús Gómez Fernández-Cabrera.- Año 2018. [En línea] . Disponible en www.villadeorgaz.es/Puntual-y-verdica-relacion.pdf

Se trata de un manuscrito consta de dos partes que fueron concluidas en marzo de 1737 y julio de 1739 respectivamente. El autor dice que la primera parte se dio a la imprenta (fol. 48r), si bien, no he podido localizar referencia alguna de esa supuesta publicación, y que la segunda parte no le resultó posible su publicación (fol. 177v)

	Ver texto

En este manuscrito se relata el conflicto surgido en el año 1736 entre el Ayuntamiento de Orgaz y D. Manuel Pellaz y Espinosa, médico titular de la villa. Durante los años 1735 y 1736 se desarrolló en Orgaz una epidemia de fiebres malignas petequiales, enfermedad bastante mortífera, conocida como tabardillo o tifus . Era médico de la villa por entonces don Manuel Pellaz y Espinosa que estaba tratando la enfermedad conforme a sus criterios facultativos.

El Ayuntamiento orgaceño, no estando de acuerdo con los tratamientos aplicados por el doctor Pellaz, en junio de 1736 requirió la opinión de dos facultativos traídos de fuera, que propusieron un determinado “formulario” o tratamiento alternativo. El médico titular no estuvo conforme con este tratamiento, por lo que siguió aplicando el suyo propio. El Ayuntamiento dejó de pagarle su sueldo y finalmente terminó rescindiendo su contrato en septiembre del mismo año.

Paralelamente se produce un desencuentro entre el médico y un regidor del Ayuntamiento, por haberse negado el doctor a hacer un préstamo que el regidor le había requerido.

Estos hechos terminaron en los tribunales, donde tuvieron su recorrido, que concluyó en 1744.. El autor relata de forma prolija y reiterativa todos los pormenores de lo ocurrido en Orgaz y el discurrir de los procedimientos judiciales que se siguieron.

El manuscrito se divide en dos partes, contando con una introducción y una conclusión. En ambas partes la pieza principal es el relato de los hechos o “Relación Histórica” que hace el autor (1ª parte: Fol. 10r-44r; 2ª parte: 62r-147r). Y además el propio autor reproduce algunos textos de terceras personas que le muestran su apoyo. También se incluyen otras piezas en verso y un
entremés titulado “Los estadistas de Orgaz”, cuyos protagonistas son vecinos de la villa de Orgaz. Todo ello
acompañado de múltiples reflexiones sobre la profesión médica y sobre el comportamiento humano.

Hay que hacer notar que el relato de los hechos lo hace una de las partes en conflicto, por cierto de forma bastante beligerante y despectiva hacia la parte contraria, de la que no podemos contrastar su versión.

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(1) LÓPEZ PIÑERO José María : Bibliographia medica hispanica, 1475-1950 (III): Libros y folletos, 1701-1800.—Valencia: Universitat de València, 1992.

(2) PALAU Y DULCET, Antonio: Manual del librero hispano-americano: Inventario bibliográfico de la producción científica y literaria de España y de la América latina desde la invención de la imprenta hasta nuestros días, con el valor comercial de todos los artículos descritos. -- Barcelona : Librería Anticuaria de A. Palau, 1948.

(3) AGUILAR PIÑAL, Francisco : Bibliografía de autores españoles del siglo XVIII, Volumen 6.-- Madrid: Editorial CSIC, 1981.

(4) HERNÁNDEZ MOREJÓN, Antonio: Historia Bibliográfica de la Medicina Española. Vol. 6.— Madrid: Imp. de D. Celestino G. Álvarez, 1850, pp. 359

(5) HERNÁNDEZ MOREJÓN, Antonio: Historia Bibliográfica de la Medicina Española.Vol. 6.—Madrid: Imp. de D. Celestino G. Alvarez, 1850, pp. 359-360

(6) SÁNCHEZ QUINTANAR León José : Biblioteca Médica Hispano-Lusitana [Manuscrito].—En Biblioteca y Museo Historicomédicos. Universidad de Valencia - C.S.I.C., Sig. 5420, Vol. III, fol. 424 r. - 428 r.. Disponible en: http://147.156.5.138/Quintanar/medicina_2/autores_pe_q.html

(7) LEÓN, Pilar: La consulta médica. Una práctica de la medicina en el siglo XVIII.-- DYNAMIS. Acta Hisp. Med. Sci. Hist. Illus. nº 22, 2002, 279-302.

(8) HERNÁNDEZ MOREJÓN, Antonio: Historia Bibliográfica de la Medicina Española.Vol. 6.—Madrid: Imp. de D. Celestino G. Alvarez, 1850, p. 360
Hernández Morejón erróneamente indica 1752 con fecha de impresión.