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ORGAZ EN LOS TEXTO
Rimas y prosa populares

El caminante

Anónimo

 

Caminante dime ¿a dónde vas?
¡Ay! mi buen amigo,
yo te lo voy a contar,
porque antes de ser caminante
yo fui emigrante,
y voy a mi pueblo natal.

¿Cuál es tu pueblo?
Espérate y lo verás.
¿Ves aquel molino?
Justamente queda detrás,
cuando alcancemos las cumbres,
yo te lo voy a explicar .

Entonces ¿me dirás a lo que vas,
por qué vas descalzo?
Es una promesa que tengo que realizar,
pero antes vamos a descansar .
Mira, ya veo mi pueblo.

¿Entonces tu pueblo es Orgaz?

Ese es mi pueblo
al que jamás podré olvidar.

¿Por qué caminas de noche,
sin saber por dónde vas?
Mira, desde aquí, desde la sierra
yo te lo voy a explicar.

¿Ves aquella estrella junto a aquel lucero?
No me abandona jamás.
¿Ves esta imagen que llevo al cuello?

¡Pero si está desgastá!
Me la puso mi madre cuando nací,
y me dijo, cuando tuve que emigrar,
¡no te la quites jamás!

¿Ves aquel pueblito en el barranco?
Es el que voy a buscar.
¿Ves aquella ermita blanca?
Allí está la imagen que llevo al cuello colgá,
que ni para lavarme me la quito,
por eso está desgastá.

Voy a ver mi promesa cumplida,
que la hice cuando tuve que emigrar.

Pero ¿por qué vas descalzo,
que con estos chaparros te podrías lastimar?
No me dan miedo, porque con estos chaparros
mis hijos algún día pudieron comer pan.

Porque yo fui leñador,
pero las cosas para los leñadores
se pusieron bastante mal,
y por eso tuvimos que emigrar.

Caminante sigue a lo que vas,
porque ya que te he conocido,
te voy a acompañar.
Pero no te des por ofendido,
si lo que quisieras ver
en tu pueblo ya no está.

Mira, aquí estaba Santiago.
Ya ves caminante,
ya no está,
se derrumbó hace tiempo
y nadie hizo ná.
Sigue caminante
que más adentro hay más.

Vamos a beber al caño.
Tampoco está.
¿A dónde le llevaron?
A donde tú vas.
Ahí veo la casa del conde.
Veo que no sabes ná,
la vendieron por trozos
a quien la quiso comprar.

Mira al menos queda el castillo.
Tampoco es de Orgaz,
le pusieron en venta
y un forastero,
por cuatro perras,
le vino a comprar.

¡Ay orgaceño! de todo lo que fue tu orgullo
ya ves, apenas queda ná.
La que queda donde tú la dejaste,
es la Virgen del Socorro
que, con los brazos abiertos, esperándote está.

¿Pero tú quién eres?
Alguien que tú no te lo puedes imaginar,
pero tú, caminante, ya has visto tus sueños cumplidos,
caminante, tú ya puedes descansar,
que yo, mi buen amigo, me queda mucho por caminar.
¡ Ay, caminante, caminante, ya puedes vivir en paz!

 


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Texto tomado de: Novenario y Fiestas en honor de la Patrona de honor de Ntra Sra. del Socorro.- Septiembre 2000

 

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Creación: enero 1989 / Última modificación: