¡Qué humilde y qué pequeño ese trigal
que en la llanura se engalana de olas,
que en mayo se salpica de amapolas
sangrantes como gotas de coral!
¡Que oscuro y recatado ese nidal interior
de las tierras españolas.
Apenas si al ocaso ya tremolas
esos tus viejos muros noble Orgaz!
¡Toledana tierra! Alcor de nuestra historia,
predío de la mejor de las besanas,
pegujal entrañable y trayectoria
de inicio en las alondras castellanas.
¡Deberían para cantar tu gloria
repicar siempre a gloria tus campanas!