FRAGMENTO DEL TEXTO
[…]
(Saca una pistola CETINA, y pónese OBREGÓN detrás de ZAMBAPALO)
CETINA
Porque quiero despacharlo.
OBREGÓN
¿Pistolitas para mí
sabiendo que no me espanto
de tiros de artillería?
CETINA
Pues morirás.
ZAMBAPALO
Tenga mano.
OBREGÓN
¿Oyes? tira y no me yerres.
ZAMBAPALO
No tire, seor licenciado Cetina.
OBREGÓN
Acaba, dispara,
que cara a cara te aguardo;
pero mira no me yerres.
ZAMBAPALO
¿Pues cómo puede acertarlo
estando detrás de mí?
Señor, ¿estamos borrachos?
No dispare vuesarcé,
que basta que yo disparo.
OBREGÓN
Suelta la pistola.
CETINA (Arrójala.)
Ya la suelto.
OBREGÓN (Embisten a cuchilladas.)
¡Vítor Almagro
y Valdestillas también!
¡Vítor, que lleva su ajo!
CETINA
¡Vítor Carrión y sus condes!
OBREGÓN
Cien leones se han soltado
para que esos condes huyan.
CETINA
Ellos sabrán azotaros,
porque sois unas Elviras
y unas doñas Soles.
(Huyen.)
ZAMBAPALO
¡Caldo a los de Orgaz!
BERMÚDEZ (Dentro.)
¡Que se matan los dos bandos!
[…]