El autor

Salvador María Granés (1) fue un famosísimo periodista satírico madrileño, director y propietario de varias revistas y periódicos (El Iris, La Filoxera, La Viña, etc.) y prolífico autor teatral, con 136 obras conocidas y 57 de las que se tienen noticia y hoy están perdidas. Cultivó gran variedad de géneros.

Autor irónico, con mucha personalidad, triunfó en el teatro cómico, especialmente en el género de la parodia, satirizando y parodiando todo cuanto se le pasó por delante, como reconocen algunos autores:

"Hubo grandes y afamados parodistas en la España del siglo XIX y principios del XX, nombres que hoy prácticamente han desaparecido de la historia de la literatura: Flores y García, Gabriel Merino, Parellada ("Melitón González"), Gómez Candela, etc. Pero, sobre todos ellos, destacó uno como auténtico maestro del género bufonesco, acaso el único que le dio a su obra cierta trascendencia. Me refiero a Salvador María Granés".(2)

La parodia

La parodia teatral tubo su máximo explendor en el Siglo de Oro y también durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX especialmente en Madrid.

El parodista generalmente encuentra su inspiración en el ambiente teatral circundante, y elige un tema o una obra exitosa de actualidad para darle la réplica inmediata con su propia obra en tono burlesco, irónico y crítico. El parodista tiene que poseer un ingenio agudo y penetrante para calar en los puntos flacos o partes vulnerables de la obra parodiada, para dejar al descubierto lo falso, lo trasnochado, lo ridículo lo endeble de la obra parodiada. Y debe tener gracia y causticidad para escenificar una obra que arranque los aplausos del público.

Todo ello se da en el autor que nos ocupa, cuya producción han considerado algunos autores como un precedente del esperpento de Valle Inclán.

La obra: El voto del caballero

El voto del caballero. Opereta bufo-caballeresca en un acto fue estrenada en el Teatro Eslava el 22 de abril de 1890, con letra de don Salvador María Granés y música del maestro don Luis Arnedo . Dado su extraorinario éxito fue representada después en el Teatro de la Zarzuela el 17 de mayo del mismo año.

Como se especifica en su título se trata de una opereta bufo-caballeresca. En esta obra Granés hace confluir el género paródico y género bufo (3), haciendo una graciosa parodia de las representaciones operísticas en genral y del mundo heroico del medievo (4).

Precisamente en ese mundo medieval se ensamblan las alusiones al conde de Orgaz y a su castillo que se hacen en la obra, alusiones que bien podrían estar traídas aquí por Granés con alguna intención de parodiar la obra "En el puño de la espada" de don José de Echegaray , que se estrenó en Madrid en 1875. José Echegaray sitúa el tercer acto de esta obra en el Castillo de Orgaz, apareciendo entre sus personajes Don Juan de Albornoz, que en la ficción es el segundo conde de Orgaz, y relata cómo fue tomado el castillo de Orgaz por las tropas del rey en el contexto de la sublevación de los comuneros contra Carlos V.

Selección de textos (5)

Personajes: el caballero Fortún, el caballero Roldán, Lorinda esposa de Roldán, Marta,Rodrigo, villanos, villanas, pajes, escuderos, soldados, camaristas, etc. Los personajes deben vestir con arreglo a la época, pero exageradamente, como conviene a sus papeles bufos.

Los caballeros Roldán y Fortún son hermanos de armas, con mucha confianza entre ellos y todo lo comparten.
Fortún llega a casa de Roldán, precedido de seis pajes y seguido de dos caballeros, a pasar quince días invitado por este. Los guerreros de Fortún entran los últimos y se colocan en el foro. Las camaristas de Lorinda salen y se colocan a ambos lados. Fortún al entrar se precipita en los brazos de Roldán y ambos se abrazan repetidas veces.
Una vez solos en escena, Roldan le pide a Fortún que se quede al cuidado de su mujer porque él se tiene que ausentar para cumplir la orden del rey de ir a conquistar el castillo de Orgaz, con este diálogo:

Roldan se marcha a combatir al Conde de Orgaz, confiado y seguro por su mujer Lorida.
Transcurren escenas en las que Lorida se queja por haberse casado con Roldán, por mediación del Rey, en lugar de haberlo hecho con Fortún que había sido su prometido. Lorida intenta seducir a Fortún, quien intenta evadirse haciéndose el borracho. En esta situación les sorprende Roldán que ha regresa de improviso.
A la vista del descuido y el incumplimiento de su amigo Fortún , Roldán cae furioso y fatigado sobre un sitial, y mantine la siguiente convesación con Rodrigo :

En las siguientes escenas, Fortún y Lorida mantienen convesaciones sobre lo ocurrido en el pasado: cómo Fortún había renunciado al amor de Lorida cuando se enteró de que Roldan también la amaba, cediendo por abnegación hacia su amigo. Como en estos dias que debía cuidar de Lorida, Fortún decidió poner distancia haciéndose el borracho, por lo que quedó como un canalla cuando llegó Fortún y defraundando la confianza que en él había puesto su esposo.
Estas explicaciones, que las estaba escuchado escondido Roldan le llenaron de satisfación, quedando todos reconciliados y alegres.
Al final se oyen voces que gritan ¡Victoria!... ¡Victoria!... y se produce la última escena:

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(1) Existe una interesante tesis doctoral sobre Granés en la que se hace un valioso estudio bio-bibliográfico del periodista y autor teatral:
BELTRÁN NÚÑEZ, Pablo: Salvador María Granes. Autor del género chico y periodista satírico.—Tesis doctoral, Universidad Complutense de Madrid Madrid, 1991.—

(2) SERRANO ALONSO, Javier: De Puccini a Salvador María Granés: Un juego paródico como recepción de la ópera italiana en España.--En Actas del X Simposio de la Sociedad Española de Literatura General y Comparada (18-21 de octubre de 1994).-- Santiago de Compostela: Servicio de Publicaciones e Intercambio Científico, 1996. Vol. 2, pp.257-268.

(3) BELTRÁN NUÑEZ, Pablo: o.c., p. 321

(4) La opereta, no es una ópera cómica, sino algo más ligero, más sutil más arbitrario, más divertido. Granés, con su gran destreza paródica se centra en esta obra en las convenciones operísticas: “La parodia recae en los tópicos textuales y, a nivel espectacular, en los pasajes musicales, la interpretación y sobreactuación de los actores, su vestuario y los instrumentos ridículos que portan en escena. Esta estrategia paródica, unida a la ambientación caballeresca de época medieval, convierte a El voto del caballero en un antecedente inequívoco del La venganza de don Mendo [Muñoz Seca]” … “Esta opereta carece de intencionalidad crítica. Su único objetivo es lúdico: busca aprovecharse de la competencia operística de los espectadores para, a partir del recuerdo de tópicos del género, ofrecer una versión opuesta y obtener la comicidad del público”. (PELÁEZ PÉREZ, Víctor Manuel: La época dorada de la parodia teatral española (1837-1918). Definición del género. Clasificación y análisis de sus obras en el marco de la historia de los espectáculos .-- Editorial Académica Española, 2011, p. 426 )

(5) Los textos reproducidos a continuación están tomado de: GRANÉS, Salvador Maria: El voto del caballero : opereta bufo-caballeresca en un acto.-- Madrid : Impr. de R.G. Rubia, 1890.- Disponible en Archive.org. [Consulta: 14-06-2018]

Existe una edición hecha, diez años después de su estreno, en 1900 en la Imprenta de R. Velasco de Madrid.