Escrito de D. Antonio González Salmón, Cónsul General de Tánger, dirigido al Ministro de Estado , Don Pedro Ceballos.
Tánger, 20 de mayo 1802. Excmo. Señor:
Con este motivo,
y en honor de la verdad, debo poner al superior conocimiento de
V. E. los servicios que, durante su permanencia en este país,
ha contraído este religioso, consistentes:
- En haber
desempeñado a satisfacción la correspondencia arábiga
entre este Consulado
General de mi cargo y la corte marroquí, virtiendo
del castellano al árabe las cartas que yo dirigía,
y del árabe al castellano las que recibía. - Haber antepuesto el cumplimiento de sus obligaciones y el servicio de la Patria a su seguridad personal respecto a la conservación de su individuo, mediante a que, por no perder lo que tenía adelantado y poder seguir con aprovechamiento sus tareas literarias en el árabe, permaneció en este país (pudiendo haberse ausentado entonces a Europa) durante todo el rigor de la peste, y se transfirió a Fez, con objeto a hacerse allí de manuscritos arábigos, en tiempo que el contagio reinaba aún en aquella ciudad, habiendo tenido que superar no pocas dificultades en la adquisición de los mencionados manuscritos, que, a no haberse conducido con el tino y cautela que pedía la empresa, podía haber sido víctima del fanatismo y preocupaciones del gobierno y gente de este país. - Haber concluido, del modo que se puede apetecer, el Diccionario del Padre Fr. Pedro de Alcalá, geronimiano, cuya obra, limada, podrá ser de muchísima utilidad para la comunicación n epistolar con los marroquíes, por estar compuesta en el lenguaje que hablan en el día, a excepción de tales quales palabras antiquadas. Esta obra ha hecho el principal estudio del Padre Fr. Patricio de la Torre, habiendo trabajado en ella quanto han alcanzado sus fuerzas; y su incansable aplicación en este ramo le ha puesto en estado de adquirir los conocimientos y prácticas del árabe vulgar, que posee con emulación de varios inteligentes en la materia.
En atención a todo esto y a que, según me manifiesta este benemérito religioso, desearía que en remuneración de sus servicios se dignase S. M. nombrarle por su intérprete del árabe literal y vulgar, no dudo recomendar a la bondad de V. E. la insinuada pretensión, para que, elevándola a la noticia del Rey, se sirva V. E. inclinar el soberano ánimo de S. M. a conceder esta gracia al Padre Fr. Patricio de la Torre. El Todopoderoso conserve y prospere la importante vida de V. E. muchos años. Tánger, 20 de Mayo de 1802. ______________________
|
Los contenidos de esta web estan bajo una licencia de Creative Commons .
Creación: julio 2000 / Última modificación: