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Villa de Orgaz

FRANCISCO MARTÍN LUENGO


  Sumario:
Datos biográficos
Su familia

Su personalidad
Se hce fraile franciscano

Muerte y entierro
Un libro sobre su vida


 

Fraile tercero con fama de santidad


Se hace Franciscano

En el año 1617, cuando tiene 40 años de edad, se hace Franciscano, de la Orden Tercera, tal como él mismo nos cuenta:

San Francisco
San Francisco (Zurbarán)

"Andaba yo en estos tiempos con grandes deseos y impulsos de entrarme en una Religión, y manifestándoselo a este siervo de Dios (su confesor) y díjome no hiciese nada sino asista con su madre sirviéndola y regalándola y procure en esto la religión" [...] "Luego que hubo noticia en esta tierra de la Orden Tercera procuré saber qué obligaciones traía dicha Orden, y de que supe el gran tesoro que en esta Orden estaba encerrado luego sin dilación tomé el Hábito: sería yo a la sazón de cuarenta años poco más o menos” (Fol. 11)

Mortificaciones  y comportamientos excéntricos

Buscando la santidad, hizo muchas mortificaciones en su cuerpo y su vida estuvo llena de comportamientos anormales, para humillarse ante sus paisanos, tal como él mismo nos explica: 

"Desde que yo me vi con el hábito y me consideraba hijo de mi Padre San Franciso que yo tanto había deseado, empecé como de nuevo a hacer penitencia trayendo unos cilicios de cadenilla fuertemente apretados por los muslos y mugrecillas de los brazos y cintura y esto era casi de ordinario, ayunaba tres días en la semana no comiendo sino veinte a veinticuatro horas y eso con moderación. Las disciplinas eran los tres días de ayuno, de modo que corría la sangre en abundancia hasta los senogiles (1) ; dándome mucho a la oración y mortificación..." (Fol. 14)
[…]
"Hacíase a la sazón una Procesión a Nuestra Señora del Socorro y pedíle licencia a él mi Confesor para que quitado el ferreruelo (2) fuese tocando una campanilla delante de la procesión (que de ordinario tocan los muchachos) diómela y lo hice aunque el natural repugnaba. Otras veces en las fiestas principales me ataba un vencejo al pie por encima de la falda de la polaina la capa lo de dentro a fuera y otras cosas semejantes con lo que pedía a Dios su favor ..." (Fol. 16-17)

Milagros

En su biografía se cuentan innumerables apariciones de Jesucristo y la Virgen, así como una gran diversidad de visiones que experimentó del cielo, el infierno, curaciones, predicciones, etc., así como la realización de milagros. Basten unas breves muestras como las que siguen:

“[…] y así iba a Yébenes á llevar estambre a hilar: iba una vez en una mulilla gallega que tenía,  y subiendo iba tan en la presencia de Dios por todo el camino y puerto arriba y en tal oración que iba casi fuera de mi y repentinamente me levantaron de la mula no se quién más por el efecto fue el Diablo;  dio conmigo un golpe tan grande en un risco, dando de espaldas y celebro que entendí me había muerto; quedé como es sin sentido, yo no sé cuanto tiempo estuve así;  y cuando volví en mí, levantéme y sentíme sano y bueno,  y lo que más me admiró fue que la mula se estaba queda y se me dejo asir siendo tan áspera que si en casa se soltaba era menester mucho para asirla, y quien me ayudase sea Nuestro Señor Bendito, amén.” (Fol. 69-70)

“En este año de cuarenta y siete al principio de él, fue tanto lo que cargaron las aguas, y tan contínuas, que se decían Misas de rogativas por serenidad (3) , y después de haber dicho un novenario para ello; y los Señores Sacerdotes en las Misas decían oración en que se pide serenidad, y nada bastaba: Yendo un día de estos a reconciliarme con el Señor Doctor, como lo tengo por costumbre, me mandó por Obediencia y en Penitencia, pidiese a mi Señor Jesucristo se diese por contento y que no lloviese más, que toda la gente estaba en grande aprieto; Yo fui a la Iglesia a recibir a Nuestro Señor, pedíle con mi simplicidad se sirviese Su Majestad (no) llover más hasta que yo avisase, y fue su Majestad servido de concedérmelo al punto, y dejó de llover; y pasados algunos días, que fueron a mi parecer como dos meses, sin que lloviese gota, fue un labrador a mi casa , que de ordinario iba, y díjome estaba la tierra tan seca y constribada que no se podía arar de seco, y con esto estando la noche siguiente en oración acordáronme esta necesidad de cómo la Tierra estaba tan seca, y pedile a Nuestro Señor se sirviese de llover que ya era tiempo, y fue Dios servido, que luego empezó a demudar el tiempo y el tercero día llovió en abundancia, sea Dios bendito por todo amén.”
(Fol. 101)

 

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(1) Senogiles: medias de lana que llegaban hasta la rodilla y se anudaban con cintas de algodón
(2) Ferreruelo: capa corta sin esclavina
(3) Serenidad: tranquilidad atmosférica, tiempo estable.

 

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Creación: junio 2003 / Última modificación: