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PETRA CUEVAS

Sindicalista (Orgaz,1908-2014)



Sumario:
Una luchadora
Datos biográficos
Bordadora de profesión
Actividad sindical
Militancia política
Procesos judiciales

Presa en las cárceles de franquistas
Flecha
Reconocimientos y homenajes
Testimonios y entrevistas

Obituario
Libro y homenaje en Orgaz


PRESA EN LAS CÁRCELES FRANQUISTAS



“En las exposiciones que se han organizado sobre la vida en las cárceles sólo aparece lo que hacían los hombres, como si las mujeres no hubiéramos estado presas como ellos. Y con respecto a las torturas no hubo discriminación, lo mismo daba que fueras hombre o mujer” (1)

Así se expresaba , y sabía de lo que hablaba, Petra Cuevas que fue torturada y pasó 7 años de cárcel.


Primera detención. Torturas en Gobernación

“Bastaba que cualquiera, una vecina, un compañero de trabajo, una viuda o un familiar de algún muerto por los rojos se presentase en una comisaría, un cuartelillo de la Guardia Civil o un centro de Falange, denunciando sin demasiadas precisiones las ideas o los hechos de cualquiera, para que la persona fuese detenida, maltratada y enviada a pudrirse a la cárcel”.  (p. 274) (2)

 
 
Dirección General de Seguridad-Gobernación

Es lo que le ocurrió a Petra, que al finaliza la Guerra Civil permaneció en Madrid, siendo detenida en 1939 y trasladada a la Dirección General de Seguridad (Gobernación), en la Puerta del Sol, para ser interrogada, tal como ella misma recuerda:

“ Al finalizar la guerra mi problema fue el de todos los españoles que luchamos al lado de la República. Andar a salto de mata en aquellos primeros dias hasta caer en Gobernación. Lo que allí se pasaba es inenarrable: las mayores torturas, las mayores humillaciones que un ser humano pueda aguantar.” (p. 361)

En los sótanos de Gobernación donde estaban los archivos, estuvo Petra retenida un mes. Las torturas eran un medio habitual de recabar información . Algunas mujeres fueron brutalmente apaleadas hasta dejarlas estériles, después de haber sido violadas. Muchas de las que sobrevivieron perdieron su juventud en las cárceles. (3)

Petra tuvo la mala fortuna de ser la primera en la que experimentaron la aplicación de corriente eléctrica a los detenidos:

Fui a la primera que pusieron las corrientes (porque después han puesto corrientes a muchas). A mí me las pusieron con todo el voltaje, o sea, un enchufe cualquiera, me ataron a los cables y ya está. El médico cuando me iba a curar les dijo un día que llegó uno de los que me las habían puesto: “Esto es criminal”. Yo juraría que el que me lo puso fue Carlos Arias Navarro. Recuerdo que llegó un señor cuando me estaban interrogando y dijo: “Mira, yo he venido a ver cómo hacéis hablar delante de este retrato” (naturalmente el de Franco), y dijo uno de ellos: “Pero esta zorra no habla”.”Verás como habla”. Cogió un cable, lo enchufó y me lo ató. “Mira aquí están las cicatrices, aquí y aquí”. Cuatro cables me ató a las muñecas, que también tengo señal, ¿ves?. La que más se nota es esta que fue la que peor estuvo. Este dedo fue también el peor, porque en los dedos me enroscaron los cables como si fueran anillos… Me enchufaban y me volvían a enchufar con las manos empapadas de gasolina para que la corriente diese mas fuerte … Te voy a decir cómo estaría que hasta en las Salesas, cuando me llevaron, fueron los guardias a ver cómo había llegado. O sea, consideraban que era una de las peores en aquella época y a mi me parecía que las otras estaban peor que yo". (p. 362)


Traslado a la Comisaría de Fomento

Después de un mes en Gobernación trasladaron a Petra a la Comisaría de Fomento nº 9 , situada en un antiguo palacio, según testimonio de Petra Cuevas:

“ De Gobernación me trajeron a la comisaría de Fomento. [...] Eso era un infierno. Estábamos en habitaciones muy pequeñas con ventanas a un patio interior. A todo el que pegaban, a todo el que interrogaban, oías los gritos, oías lo que les hacían. No era lo que te hacían a ti, es que oías lo que les hacían a los demás y era enloquecedor ”. (p. 362)

En esta Comisaría permaneció un mes .

 

Primera estancia en Ventas.

Tras dos meses de detención en Gobernación y Fomento, Petra fue ingresada en la Cárcel de Ventas el dia 11 de octubre de 1939, según refleja su expediente (ACPVK. Legajo (19)46-C. Expediente de Petra Cuevas Rodríguez).

 
 
Una galería de la prisión de Ventas
Foto: Archivo General de la Administración

Estuvo en la cárcel poco tiempo, saliendo en libertad provisional, gracias a que una compañera que trabajaba en las oficina, hizo desaparecer su expediente:

“Después de un mes en aquel infierno [Comisaría de Fomento] pasé a Ventas. Yo hacía la número 14.000. Se carecía de agua y sitio. Recuerdo que otra mujer y yo tuvimos que dormir con las piernas encima de la escalera que daba los retretes que se ponían a ras de caca. Era horrible aquello…. No había agua. Para lavarte tenias que pasarte la noche en vela para cuando sitieras caer un chorrito, y éramos muchas a coger lo que pudiéramos. Como había tanta sarna, tantos piojos y tantas chinches en Ventas, le dije a mi madre que me pasara Zotal y Barachol …
En Ventas estuve unos meses. Había una mujer que a mí me quería muchísimo; creo que me seguirá queriendo a pesar de que hace muchos años que no la veo. Hizo desparecer mi expediente. Se llamaba Pepita y estaba en la oficina porque el marido era policía. Esta Pepita me salvo de mi primera caída." (p. 633)

La cárcel de Ventas de Madrid, inaugurada en 1933 como encarnación del discurso penalista republicano, fue considerada en su época como cárcel-modelo de mujeres. Se encontraba situada en la C/ Marqués de Mondéjar, 16-18. Al finalizar la Guerra Civil, en Ventas se hacinaban miles de mujeres con sus hijos, enfermos, sucios y mal atendidos. Construída para un número de 450 personas, superaba las 4.000. De esta cárcel sacaron el mayor número de mujeres para ser ejecutadas.

Tomasa Cuevas (4) , que estuvo en Ventas, autora del valioso libro aquí citado repetidamente hace esta valoración:

“En el 39 había once o doce mujeres en cada celda, absolutamente desnuda, los colchones o los jergones de cada una y nada más. Todo vestigio de la primitiva dedicación de las salas había desaparecido: se había transformado en un gigantesco almacén, un almacén de mujeres” (p. 275)

En 1941 se elevó a la categoría de prisión central, dependiendo de ella las de San Isidro y Claudio Coello. Se clausuró en 1969 siendo demolida y construido en el solar un complejo residencial.

Fueron compañeras de Petra Cuevas en esta cárcel, entre otras: Tomasa Cuevas, Juana Doña, Julia Manzanal, Matilde Landa, las Trece Rosas, etc.

Petra, quizá por su experiencia personal, recuerda en varios testimonios el aspecto dramático que ofrecía el espacio habilitado en Ventas para las madres presas con hijos, cuando ella ingresó a finales de 1939:

“Para mi lo más terrible fue el problema de los niños. Había una galería dedicada a las madres. Como no podían limpiarles, el olor de aquella galería era inaguantable, pero lo verdaderamente trágico era tener que llevar a los niños a la enfermería, porque era seguro que volvía muerto. Esto sucedió hasta que algunas compañeras decidieron colocarse en aquel servicio. …
Decidieron participar en el trabajo, ya sabes que en aquellos primeros años la consigna era que no teníamos que trabajar y en aquella época todo el mundo nos negamos, menos unas compañeras que aceptaron una colocación y ayudaron a organizar la prisión, pero nosotras nadie queríamos ayudar. Al ver la situación de los niños, se decidió que las que eran enfermeras procurasen trabajar en enfermería y así se podría evitar que muriesen los niños, o por lo menos, que no fuesen tantos, y que otros pudieran curarse. Luego ya fue cuando sacaron a las madres de la Cárcel de Ventas"
(p. 633)


Niños en el patio de la prisión de Ventas. 1955
Fondo Santos Yubero. Archivo Regional de la Comunidad de Madrid

Especialmente crueles fueron las cárceles de mujeres, donde había reclusas con bebés, o niños de muy corta edad: morían de hambre, enfermedad o miseria, sin asistencia médica alguna, los médicos sólo certificaban la muerte. Pero había otro aspecto igualmente trágico que afectaba a las madres presas, al que Ricard Vinyes denomina  “zona de riesgo de pérdida familiar”: las madres perdían a sus hijos que eran dados en adopción, ingresasos en colegios y seminarios, etc. Petra cuenta el siguiente caso dramático de una compañera suya de encierro:

“De las castigadas recuerdo a una pobre mujer de Mora de Toledo que después de matar a su marido a palos como a un perro, la encerraron a ella y le quitaron sus hijos para llevarlos a colegios de ésos que eran nada más que cárceles infantiles. Un buen día recibió carta de la hija mayor diciéndole cosas tan crueles como que reconocía que su padre era un asesino y que estaba avergonzada de ser hija de ellos. No había manera de consolar a aquella pobre mujer.”   (5) 

Segunda detención. De nuevo en Gobernación

A finales del 1941 fue detenida por segunda vez. y de nuevo fue llevada a Gobernación donde estuvo cuarenta días, pero en esta ocasión no fue torturada por intercesión de un conocido de la familia.

"Me tuvieron cuarenta y dos dias en Gobernación, sin lavarme, sin peinarme, sin comer apenas. No me apetecía el rancho, muchos piojos, y todo lo que tenías que ver por allí. A mi no me pegaron pero ¡qué sufrimiento al ver a los demás compañeros torturados." (p. 366)

Segunda estancia en la Cárcel de Ventas

Desde Gobernación volvió a ser ingresada en la carcel de Ventas, donde estuvo pocos meses:

" Volvía a la cárcel pero salí enseguida en libertad provisional ..." (p. 366)

Durante la libertad provisional se quedo embarzada :

"... los meses de embarazo aun … porque estuve casi siempre en libertad, aunque me tenía que presentar en el Juzgado de Masonería y Comunismo". (p. 366)

Sitio web sobre la Cárcel de Ventas
Disponible en: https://carceldeventas.madrid.es/

 

Tercera estancia en la Cárcel de Ventas

Unos dias antes de que se celbrara el Consejo de Guerra (25-09-1942) en el que fué condenada a 12 años de cárcel, fué detenida nuevamente e ingresada en la carcel de Ventas:

“… salí enseguida en libertad provisional. Tuve la suerte de salir pero no tardé en volver y tuve la desgracia de volver embarazada … y tuve una niña. Lo pagó la pobrecita y lo pagué yo, porque la niña se murió pero yo seguí pagando las consecuencias ...". (p. 366)

"Yo aguanté en Ventas sin decir que estaba en estado, … y no sabiendo que estaba en estado no me llevaban a Madres. Yo trataba de dar a luz en Ventas porque allí había camaradas que eran buenas enfermeras, buenas comadronas. Yo quería que naciese lo que fuera allí, y me decía: “Si cuando tenga un mesecito o dos se lo llevan ya es otra cosa, porque alguno vive como Clemente” aunque la mayoría morían, pero un día lo descubrieron y me llevaron a Madres" (p. 366)

Y recuerda el día del juicio :

" Al juicio ya iba embarazada … a mi me tenían que haber puesto pena de muerte y me habían pedido solo doce años; y había el rumor de que nos iban a volver a juzgar." (p. 366)

 

Prisión maternal de San Isidro. Muerte de su hija

Descubierto su embarazo por las funcionarias de Ventas, Petra fue trasladada a la cárcel de San Isidro, donde dio a luz a su hija.

Con cierta sorna Petra cuenta su traslado de una prisión a otra, que se realizó en el metro acompañada por una funcionaria conocida por "La veneno", que por lo que cuentan hacía honor a su nombre. En cierto momento por las aglomeraciones del metro Petra y la funcionaria quedan separadas por la gente, la funcionaria grita alertando de que lleva una presa, y Petra al llegar a la estación se apea tranquilamente y espera a "La veneno", que no salía de su asombro. Petra comenta para sus adentros que no se imaginaba la funcionaria que no podía escaparse porque no tenia donde esconderse.

 
 
Petra Cuevas (6)

La prisión de San Isidro , destinada a mujeres embarazadas o con niños lactantes, fue inaugurada el 17 de septiembre de 1940. Estaba situada en la Carrera de San Isidro, en las proximidades del Puente de Segovia, junto al Manzanares. En la actualidad, hay un edificio residencial a la entrada del Paseo de la Ermita del Santo.

Según testimonio de Petra Cuevas:

“ Aquella prisión junto al Manzanares daba la sensación de que era un chalet. Y lo gordo de eso es que las familias no te querían sacar de allí aunque lo pidieses por favor, porque consideraban que era una cárcel estupenda; claro, el locutorio era pequeño, se comunicaba bastante bien; luego, todos los días, la Topete ponía en el portal una lista de los buenos alimentos que nos daban, por ejemplo: un vasito de leche a media mañana, una comida especial sobre todo a las recién paridas. [...] Ni te daban leche ni Cristo que lo fundó”.
[...]
"La entrada en Madres no la olvidaré. Era una prisión situada a orillas del Manzanares que tenía por directora a una tal Maria Topete, célebre por su maldad. Por la mañana habían fusilado en Ventas a una mujer del pueblo de Vallecas, ¡para qué decir mi estado de ánimo!, pero fue mucho peor cuando la ordenanza que me recibió en la cárcel de madres era su hija. Lo supe al preguntarme ellas las novedades de la otra prisión. Yo se las dije y la pobre se desmayó. Desde ese momentos sufrí tanto que creí volverme loca". (pg.367)

María Topete Fernández era la directora de la Prisión de Madres. Uno de sus  objetivos era reducir al máximo el contacto entre madres e hijos, para “impedir que los niños mamaran la leche comunista”, tal como nos cuenta Petra:

“Tenía a los niños todo el día en el patio, tanto si hacía frío como si hacía calor, y a las madres no nos dejaban coger a los niños aunque tuvieran hambre, estuvieran sucios o lloraran. Era horrible, tú veías a tu hijo llorando y no podías hacer nada”, (7)

La estricta separación entre madres e hijos no dejaba de aplicarse ni siquiera cuando estos caían enfermos. Los testimonios de las presas de San Isidro, se han ocupado de destacar la inhumanidad de estas prácticas. Como este de Petra a una investigadora francesa:

" Les enfants, dans la cour de la prison, étaient en culottes, avec un drap et une petite couverture. Ils devaient rester là toute la journée, même s'ils pleuraient, tu ne pouvais les prendre. Moi, j'étais toujours punie parce que dès que j'entendais pleurer des enfants, je m'échappais, ne serait-ce que pour les balancer un peu. Je me souviens d'Alfredo, il était très beau. Sa mère était enfermée dans une chambre pour qu'elle ne prenne pas son enfant. Tu voyais la mère pleurer à la fenêtre, l'enfant pleurer dans la cour, et moi pleurant de rage contre les fonctionnaires. La prison des mères est le pire que tu puisses imaginer. (8)


Reparto de ropa en la cárcel de San Isidro, 1941.
Fondo Santos Yubero (Archivo Regional de la Comunidad de Madrid )

Estando en esta prisión de madres lactantes, Petra dió a luz a una niña el día 14 de abril de 1943, según la anotación correspondiente firmada por la directora María Topete, que falleció el 17 de octubre del mismo año. Así nos lo cuenta ella en diversos sitios:

"Tuve una hija que allí nació y que murió a los seis meses. Pocos niños sobrevivían. Lo que recuerdo con mucha claridad era el espíritu de solidaridad que teníamos las mujeres... Cuando se murió mi hija todas las mujeres se negaron a salir al patio  en señal de protesta. La directora no se atrevió con ellas” (9)

"… y en este ambiente tuve a mi hija . Sólo una mujer que haya tenido un hijo en estas condiciones comprenderá lo que sufrimos allí, la impotencia que se siente y al mismo tiempo la responsabilidad. La niña, como otras, se murió a los seis meses. Yo sentí tal desesperación que no me quitaban un castigo cuando ya tenia otro.
… La niña nació bien, pesaba cuatro kilos. La camarada Trinidad Gallego , no sé si vivira´, se portó conmigo como una gran compañera, … me sostuvo ocho días en enfermería y en ese tiempo la niña engordó casi un kilo. Di a luz en una habitación en que había muerto un niña de tos ferina y, como es natural, mi niña cogió la tos ferina, porque sin desinfectar la cama, que acababan de quitar el cadáver, me metieron a mi con mi hija. Y se contagió. "
(pg.367)

... yo que estaba recién dada a luz me pegué tal sobresalto [tras un incidente con un niño] que se me apostemó un pecho, con, con unas fiebres tremendas, sin poder cuidar a mi hija. Mi niña abandonadita, tose que tose, … Ya por fin me sajaron el pecho. Me tuvieron que hacer tres cortes por tres sitios y me mandaron al patio.
[...]

Mi hija, sin asistencia medica, cada día estaba peor, se pasaba las noches tosiendo. No pudo verla el médico hermano de una funcionaria .
A los cuatro o cinco días empeoró la niña, llamé a la funcionaria y le dije: “Yo ya no puedo más. Ustedes ven que esta niña se está muriendo” A todo esto la prisión estaba ya medio sublevada… al dar la noticia de que la niña se había muerto, toda la prisión se negó a salir al patio, se negaron a soltar a los hijos de los brazos y hubo un jaleo tremendo--- A mi, entonces, me tuvieron que poner inyecciones para cortarme la leche. Era un médico tocólogo que al ver el cuadro se ve que le impresiono y se tomó interés por mi y dijo: “Esta mujer tiene que estar en la enfermería” y me tuvieron ocho días.
(p.369)

La Voz dormida. Benito Zambrano, 2011
Una película que muestra la "dignidad de esas mujeres que hicieron de su lucha y de su sufrimiento
una metáfora del amor y la lealtad a las ideas defendidas" ( Zambrano)
(Basada en la novela del mismo título de Dulce Chacón. Editorial Alfaguara, 2002.)

 

Regreso a Ventas.  05-09-1944

Muerta su hija, con fecha 5 de septiembre de 1944 se tramitó el traslado de Petra a Ventas “por no poder permanecer en esta prisión ya que no tiene hijos en su compañía”.

Al llegar a Ventas, aunque la vida era mala, éramos muchas y nos podíamos enfrentar mejor con las funcionarias y se hacía vida política, aunque no faltaban los castigos. (p. 371)


Imagen tomada de VINYES, Ricard; Irredentas : las presas políticas y sus hijos en
las cárceles de Franco
. -- Madrid : Temas de Hoy, 2002


Peregrinaje carcelario

Estando en la cárcel de Ventas, poco después de morir la niña, las presas continuaban con su lucha reivindicativa y política., Petra se enfrentó a una funcionaria que se presentó en su celda, donde estaba con dos compañeras (Carmen Camaño y Concha Madera) para hacer un registro en busca de prensa y escritos clandestinos:

"Estábamos las tres, ellas dos leyendo unos recortes de periódico, que nos estaba prohibido, yo tenia unas cosas en el bolsillo que me acababan de dar y estaba cosiendo; pensé: Ya la ha cogido esta tía. Yo estaba preocupada por ellas, por si las cogían con recortes y no me acordaba de lo que llevaba en el bolsillo, que no eran recortes sino cosas escritas por nosotras; y yo muy cumplida le decía a la funcionaria: ¿Quiere usted que le ayude?, con el fin de ver si la despistaba. Me dijo: no, y primero la voy a cachear a Ud. Me levanta las manos, mete la mano en el bolsillo y veo que saca todo aquello; me abalancé sobre ella (y piensa que era el doble que yo pero el instinto de conservación se conoce que me hizo tener fuerzas) y se lo quité de las manos. Empezamos a forcejear; yo a dar gritos y diciendole que no me lo iba a quitar. En la galería se dieron cuenta de que algo me pasaba y salieron todas de las celdas y se agolparon en nuestra puerta. Como pudimos echamos los periódicos fuera y ella tiró de mi para sacarme pero al ver toda la galería llena de mujeres se asustó  y me soltó; yo corrí al retrete y los papeles desaparecieron y quedé tranquila, que hiciese conmigo lo que quisiese. Me figuraba que nos iban a castigar, pero en ese momento no nos hizo nada” (p. 372)

El castigo consistió en el traslado de Petra y sus dos compañeras a cárceles fuera de Madrid. Petra fue llevada a la Prisión de Calatayud (10) , donde ingresó el 1 de agosto de 1946, y permaneció 9 meses. A la lejanía de la familia se añadían las peores condiciones de la cárcel:

"Es que aquello no era una cárcel, era un convento abandonado, vete a saber desde cuando, hecho entre rocas, que una de las paredes era la propia roca: Unas columnas en la parte de delante, con tanta humedad que las paredes estaban verdes y caía agua por ellas" (p. 373)

De Calatayud pasó a la Cárcel de Predicadores en Zaragoza. Desde su llegada a este centro Petra estuvo aislada, por enfrentamientos con el Director:

"... y me tuvo todo el tiempo que estuve allí en una celda de esas de la Inquisición, porque lo era, incluso aún existían en las paredes y en el suelo los grilletes de haber tenido a los presos atados de pies y brazos. Tenía la ventanita aquella que se ve en las estampitas en forma de embudo que empezaba por una esfera grande y terminaba en un agujerito como el fondo de una botella ... Era tremendo." (p.373)

De Zaragoza fue trasladada a la Cárcel de Larrinaga de Bilbao,donde estuvo pocos días, ya que pasó la prisión de Amorebieta Vizcaya) , donde permaneció 9 ó 10 meses, hasta que la cerraron.


Cárcel de Amorebieta (Colegio "El Carmelo" ) (11)

Cuando cerraron la prisión de Amorebieta Petra fue llevada a la cárcel de Segovia, que para entonces ya estaba dedicada a las presas políticas

Petra Cuevas, fue puesta en libertad en enero de 1948. Con motivo de la celebración franquista del 18 de julio se decretó un indulto de reducción de penas, viéndose Petra beneficiada con la rebaja 3 años, 9 meses y tres dias, que junto a trabajos de redención que había hecho le permitió salir antes de cumplir los 12 años. El indulto le fue notificado en la prisión de Segovia  el 9 de enero de1958. (12)

 

Y a pesar de todo …

A mi gustaba mucho cantar y a veces he estado cantando y de repente me he parado y he dicho: “¡Ay, madre mía!, ¿cómo tendré valor de cantar con todo lo que estamos pasando?”, pero gracias a eso vivíamos. (p. 367)

...

Yo soy una de las personas que aparentemente llevaba mejor que otras la prisión, pero era de las que peor la llevaban. Nunca decía nada, no he creado problemas porque nadie me podía solucionar nada; si estábamos allí, pues a aguantar, pero soy una persona muy inquieta, me paso el día yendo y viniendo, haciendo y deshaciendo, y soy feliz, pero me estoy todo el día así sentadita como ahora y termino muerta, con dolores de huesos, con un cansancio horrible. Imaginate sentada todo el día en el petate o andando sobre el mismo ladrillo … yo me ponía enferma, estaba flaca como una sardina. Era horrible, yo lo pase muy mal, así que cuando salí dije: “Vamos a ver cómo hago para no volver a la cárcel; tengo que estudiar la manera de no volver más” (p.367)

...

" ... lo pasé muy mal, yo pienso que no he estado mucho tiempo en la cárcel, he sido la que menos he estado de las compañeras que , como yo, teníamos más responsabilidades, porque total, siete años ... Cuando digo "total siete años", la gente me dice : "¡Huuuy!", pero comparándolos a los que han estado veinte no es muchos..." (p.377)

 

Para saber más sobre mujeres en las cárceles franquistas

 

________________________

(1) Petra Cuevas. La fuerza de la memoria.-- En Trabajadora, número 2 (III época, abril de 1993) , p. 6

(2) Todas las citas que vienen a continuación provinen de este libro: CUEVAS GUTIÉRREZ, Tomasa: Testimonios de mujeres en las cárceles franquistas .-- Huesca: Instituto de Estudios Altoaragoneses, 2004
Me limitaré a indicar el nº de página correspondiente.

(3) HERNÁNDEZ HOLGADO Fernando: La prisión militante: las cárceles franquistas de mujeres de Barcelona y Madrid (1939-1945) . Tesis doctoral. Madrid, 2011. Universidad Complutense de Madrid. Dpto. de Historia Contemporánea.—disponible en: http://eprints.ucm.es/13798/ [Consulta: 12-04-2012] p.622, nota 17

(4) Tomasa Cuevas, autora de la obra Testimonios de mujeres en las cárceles franquistas no tiene ningún parentesco con Petra. Coincidieron en la cárcel.Ver .

(5)  DI FEBO, Giulana : Resistencia y movimiento de mujeres en España 1936-1976.-- Barcelona: Icaria, 1979. p.36.

(6) Foto tomada de: FORO POR LA MEMORIA: Petra Cuevas: La Fuerza del Compromiso.-- Madrid: 2012.--Disponible en http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=g_KA6IttvkM

(7) ARMENGOU Montse y BELLIS Ricard:  Los niños perdidos del franquismo. – En Kaos en la Red : 21-11-2008. Disponible en: www.kaosenlared.net/noticia/ninos-perdidos-del-franquismo-1

(8) "MARIN Progreso : Exil .Témoignages sur la guerre d'Espagne. Les Camps et la résistance au franquisme.- Éditions Loubatières, 2005

(9) Petra Cuevas. La fuerza de la memoria.-- En Trabajadora, número 2 (III época, abril de 1993) , p, 6

(10) Algunos auores hablan de la prision de Tereuel en lugar de Calatayud. . Por ejemplo: HERNÁNDEZ HOLGADO Fernando: La prisión militante: las cárceles franquistas de mujeres de Barcelona y Madrid (1939-1945) . Tesis doctoral.-- Madrid: 2011. Universidad Complutense de Madrid. Dpto. de Historia Contemporánea.—Disponible en: http://eprints.ucm.es/13798/ [Consulta: 12-04-2012] p.622, nota 17. Yo sigo el testimonio de la propia Petra recogido en: CUEVAS GUTIÉRREZ, Tomasa : Testimonios de mujeres en las cárceles franquistas. - Huesca: Instituto de Estudios Altoragoneses , 2004, pp. 373 ss.

(11) Foto tomada de: OLVIDAD@S 1936-1977(Victimas del golpe de estado, de la represión y del régimen franquista) . [Consulta: 12-04-2012]

(12) Consejo de guerra  contra Heriberto Quiñones González y 21 más, por un delito contra la seguridad interior del Estado. Madrid 1942.—En  Archivo General e Histórico de Defensa ,  Causa nº 109.539, Legajo 1938, folio 937

 

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