La
Plaza Mayor de Orgaz es un ejemplo típico de plaza toledana
con soportales, de los cuales sólo perviven una parte,
dado que la plaza sufrió reformas importantes en los
siglos XVII y XVIII.
Actualmente
lleva el nombre de Plaza de la Constitución, tal como
se le nombró a partir de la Revolución de septiembre
de 1868, viniendo este nombre a sustituir el de Plaza de la
Iglesia, por el que se le concocía por entonces.
Nos cuenta Román Gómez Gerrero, que "la
Plaza antes era más grande pero durante los años
1765 al 1790 la fueron achicando construyendo casas. Todas las
casas que van desde la Plaza a la calle Beato Pedro Ruiz de
los Paños y callejón de los Muertos no existian"
(1)
Tenemos noticias de que al menos hasta finales del siglo XVIII permanecía en la plaza una torre de granito edificada por los árabes para la defensa de la población y vigilancia del camino de Toledo a Córdoba.
La Plaza, como se le denomina habitualmete,
está conformada por elementos arquitectónicos
muy diversos, al cual más valioso. La pieza central de
la plaza la constituyen la fachada principal y la fachada lateral
izquierda de de la Iglesia parroquial, en cuyo entorno se encuentra un
espacio conocido como "el paseo",
que está limitado por una hilera de bancos de grantio
rematados por una barandilla métalica
Frente
a la Iglesia, en la cara este de la plaza, se situan el Hospiral
de San Lorenzo, una casa solariega, la boca del Callejón del Gato y "los soportales"
.

Plaza de Orgaz. Cara este (fragmento)
En la cara norte existen una serie de casas, todas ellas muy
singulares arquitectónicamente.

Plaza de Orgaz. Cara norte (fragmento)
En esta cara norte se encuentra el edificio que albergó un antiguo pósito, en cuya fechada ha sobrevivido empotrada
una placa de piedra que recuerda la existencia de este pósito,
que fundó el sacerdote Hiermo Hurtado de la Palma en
el año 1601.
Entre los soportales de la cara este y estas casa de la cara norte se encuentra el "Gaznatillo", uno de
los accesos claves a la plaza.
Y en la cara oeste se encuentra
un edificio muy singular, el de las antiguas Casas consitoriales.
Hasta no hace mucho se situaba en la Plaza una fuente monumental,
de cuatro caños, de la que se abastecía la población
cuando no existía el agua corriente, conocida como la "Mona del caño", en alusión
a la figura femenina de bronce que la coronaba y que se asentaba
sobre un pedestal en el centro del pilón, que servia
para recoger el agua y de abrevadero. Actualmente la dama del
cántaro se encuentra desterrada en el parque de El Socorro.
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