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Villa de Orgaz

El Cid, Jimena y Orgaz


Este artículo me hubiera gustado incluirlo en el capítulo dedicado a las Leyendas orgaceñas,
puesto que una leyenda es un "relato basado en un hecho o un personaje reales, deformado o magnificado por la fantasía o la admiración" (DRAE). Pero en el caso que nos ocupa la leyenda ha convivido (¿y convive?) con la creencia, entendida esta como "completo crédito que se presta a un hecho o noticia como seguros o ciertos" (DRAE).

 

LA LEYENDA: DOÑA JIMENA NACIÓ EN ORGAZ

Orgaz celebra anualmente, desde el año 1987, con gran entusiasmo y participación, las "Fiestas de Primavera" que tienen como protagonista  a doña Jimena, en memoria de la que fuera mujer del Cid, D. Rodrigo Díaz de Vivar.  

 
Castillo de Orgaz (Toledo)
Placa en el patio del castillo de Orgaz. Foto: Ada Maesso

Está muy arraigada en la población la creencia sobre la naturaleza orgaceña de Doña Jimena Díaz. Mellado, en su libro “Recuerdos de un viaje por España” entre las anotaciones sobre su paso por Orgaz en 1863, se hace eco de esta falsa creencia:

“Dícese, aunque sin fundamento, que doña Jimena Díaz fue natural de Orgaz, y que por lo mismo su esposo, El Cid, obtuvo el señorío de esta villa ..." (1)

En el siglo XX esta creencia fue puesta en boga por los creadores de las referidas Fiestas de Primavera, seguramente llevados por textos que más abajo comentaremos, y fomentada a partir de entonces hasta nuestros días.

Esta creencia es fomentada en escritos divulgativos sobre la historia de Orgaz, en discursos, en documentos municipales, y con iniciativas como la anacrónica placa existente en el castillo de Orgaz en la que se afirma que Doña Jimena jugó en el patio de la fortaleza orgaceña , anacrónica porque el castillo fue construido a fines del siglo XIV o comienzos del XV, cuando Jimena Díaz había muerto varios siglos antes, a principios del XII.

Es más, incluso en textos oficiales, se difunde y se da como  cierto que Doña Jimena nació efectivamente en Orgaz, y que el Cid Campeador fue el primer Conde o Alcaide de Orgaz, una vez que el Reino de Toledo pasó a formar parte de Castilla, en tiempos del rey D. Alfonso VI, si bien ambas afirmaciones son falsas

Este es el caso, a título de ejemplo, del Decreto 14/2004 que declara el casco histórico de la villa como Bien de Interés Cultural, en el que podemos leer:

"El primer conde o señor de la Villa de Orgaz después de la conquista de Toledo por el citado monarca fue Don Rodrigo Días de Vivar, primer Alcaide de dicha ciudad y sus fortalezas" (2)

Y un segundo ejemplo, de los muchos existentes, lo encontramos en el Directorio de Municipios de la Diputación Provincial de Toledo:

"El primer Señor de la Villa de Orgaz después de la Reconquista fue don Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, primer alcaide de dicha ciudad y de sus fortalezas. Obtuvo este título al desposarse en Burgos con Jimena Gómez de Gormaz, natural de la villa de Orgaz e hija del Conde de Gormaz".

 

Ante las constataciones precedentes debemos considerar que estamos ante una leyenda de reciente creación, ciertamente muy arraigada y muy querida en la población en la actualidad, e intentar no promocionarla como si se tratara de un hecho histórico.

 


ANTECEDENTES DE LA LEYENDA


Menéndez Pidal explica que Rodrigo Díaz de Vivar y Jimena Díaz, dos personajes históricos, pasaron al ámbito de la literatura. Los antiguos relatos orales que corrían sobre sus amores y casamiento han llegado hasta nosotros a través del Romancero. Rodrigo y Jimena entraron en la leyenda de los amantes universales, siendo protagonistas de dramas y novelas posteriores. El cantar de Mío Cid de Guillén de Castro, obra teatral de carácter histórico-legendario, vino a recoger esos relatos del Romancero, en los que se habla de Jimena Gómez, hija del supuesto conde Lozano de Gormaz. Y así pasarán a otras obras literarias como Le Cid
de Pierre Corneilli, Anillos para una dama de Antonio Gala, Mío Sidi de Ricard Ibáñez, etc.

Sin duda la creencia que considera a doña Jimena Díaz hija de la villa de Orgaz tiene su base en estos textos literarios, que se interpretaron de una determinada manera, concluyendo que se trataba de un hecho histórico, sin tener en cuenta que no son documentos que narran hechos históricos, sino creaciones literarias que recrean el pasado.


Romancero del Cid

Los romances son composiciones poéticas, originariamente de carácter oral, de autor anónimo, que glosan hechos y personajes del pasado. Los romances aparecieron en la segunda mitad del siglo XIV, alcanzando su mayor auge en los siglos siguientes cuando se pasa de la tradición oral a ser plasmados por escrito. Es entonces cuando se elaboran recopilaciones de romances sobre un tema concreto formando una colección a la que se llama romancero, que llegan a publicarse impresas. Este es el caso del “Romancero del Cid” , una colección de romances antiguos publicada por primera vez en 1612 (3) , romances que versan sobre la vida del Cid Campeador, glosando los aspectos heroicos y legendarios del personaje, quedando en segundo plano la veracidad histórica.

En el siguiente romance perteneciente al “Romancero del Cid” se dice “Y que el de Orgaz se pasea… “ haciendo referencia al padre de Doña Jimena, el Conde Lozano, al que dará muerte el Cid.

Cuidando Diego Laynez
por las menguas de su casa,
fidalga, rica y antigua
antes de Íñigo de Abarca;
y viendo que le fallecen
fuerzas para la venganza,
y que por sus luengos años
por sí no puede tomalla:
Y que el de Orgaz se pasea
libre y exento en la plaza,
sin que nadie se lo impida,
Lozano en el nombre y gala.
No puede dormir de noche,
ni gustar de las viandas,
ni alzar del suelo los ojos,
ni osa salir de la sala,
ni fabla con sus amigos;
antes les niega la fabla,
temiendo que les ofenda
el aliento de su infamia.
Estando pues combatiendo
con estas honrosas bascas,
quiso hacer una experiencia,
que no le salió contraria.
Mandó llamar sus tres fijos,
y sin fablalles palabra,
les apretaba uno á uno
las fidalgas tiernas palmas.
Non para mirar en ellas
las quirománticas rayas;
que aquel hechicero abuso
no había nacido en España.
Y poniendo el honor fuerza,
a pesar del tiempo y canas,
a la fría sangre y venas,
nervios y arterias heladas.
Les apretó de manera,
Que dijeron: “señor, basta:


¿qué intentas, o qué pretendes?
Déjanos ya que nos matas”
Mas cuando llegó a Rodrigo,
casi muerta la esperanza
del fruto que pretendía,
que dó no piensa se halla;
encarnizados los ojos,
cual fiera tigre de Hircania,
con tal semblante y denuedo,
que atemoriza y espanta;
sacando atrás el pie izquierdo,
la mano diestra sacara,
y al viejo padre le dice,
que asaz mirándole estaba;
”Soltedes, padre, en mal hora,
soltedes en hora mala,
que a no ser padre, no hiciera
satisfacción con palabras;
antes con mis propias manos
vos sacara las entrañas,
faciendo lugar mi brazo
en vez de puñal o daga”
Llorando el padre de gozo,
dice: “hijo de mi alma,
tu enojo me desenoja,
y tu indignación me agrada”
“Esa fiereza asegura
con abonada fianza
el desagravio a mi pecho
en tu esfuerzo y hechos de armas”.
“Esos bríos, mi Rodrigo
muéstralos en la venganza
de mi honor, que está perdido,
si en ti no se cobra y halla”.
Contóle su agravio, y dióle
su bendición y la espada
con que dio la muerte al conde,
y principio a sus fazañas.
(4)

Con el paso del tiempo, Conde Lozano, Conde de Gormaz, Conde de Orgaz (nótese la similitud entre Gormaz y Orgaz) son títulos que se asignan al padre de Jimena indistintamente en según qué publicaciones.

 

Las Mocedades del Cid, de Guillén de Castro

Es este otro antecedente de carácter literario, carente de valor histórico. Se trata de una obra teatral de carácter histórico-legendario, basada en los relatos del Romancero, titulada "Las Mocedades del Cid" que publicó Guillén de Castro y Bellvís en el año 1618 (5) .

Su argumento versa sobre las hazañas de Rodrigo Díaz, quien defendiendo a su padre, mata al padre de su futura esposa doña Jimena, el supuesto conde Lozano de Gormaz. Para ganarla, Rodrigo vence a los moros, asiste a un leproso que resulta ser San Lázaro y vence a un representante del rey de Aragón.

En el Acto I en una de sus intervenciones el Rey alude al padre de Jimena llamándole Conde de Orgaz:

REY
 
Conde de Orgaz, Peransules,
Laínez, Arias Gonzalo,
los cuatro que hacéis famoso
nuestro Consejo de Estado.
Esperad, volved, no os vais;
sentaos, que tengo que hablaros.
[...]

Y más adelante, Diego Laínez, el padre del Cid , se refiere al padre de Jimena como el Conde de Orgaz, y aclara que también es conocido como conde Lozano:

DIEGO LAÍNEZ
  ¡Hijo, hijo del alma!
¡Ese sentimiento adoro,
esa cólera me agrada,
esa braveza bendigo!
¡Esa sangre alborotada
que ya en tus venas revienta,
que ya por tus ojos salta,
es la que me dio Castilla,
y la que te di heredada
de Laín Calvo y de Nuño,
y la que afrentó en mi cara
el Conde, el Conde de Orgaz,
ése a quien Lozano llaman!
¡Rodrigo, dame los brazos!
Hijo, esfuerza mi esperanza
y esta mancha de mi honor,
que al tuyo se extiende, lava
con sangre; que sangre sola
quita semejantes manchas.
Si no te llamé el primero
para hacer esta venganza,
fue porque más te quería,
fue porque más te adoraba;
y tus hermanos quisiera
que mis agravios vengaran
por tener seguro en ti
el mayorazgo en mi casa.
Pero, pues los vi al proballos
tan sin bríos, tan sin alma,
que doblaron mis afrentas
y crecieron mis desgracias,
a ti te toca, Rodrigo.
Cobra el respeto a estas canas;
poderoso es el contrario,
y en palacio y en campaña
su parecer el primero,
y suya la mejor lanza.
Pero, pues tienes valor
y discurso no te falta,
cuando a la vergüenza miras,
aquí ofensa y allí espada...
No tengo más que decirte,
pues ya mi aliento se acaba,
y voy a llorar afrentas
mientras tú tomas venganzas.

En el Acto II, se produce el siguiente diálogo entre el Rey y Perunseles en el que se da noticia de la muerte del padre de Jimena a manos del Cid, y se alude a él como Conde de Orgaz

REY
 
Pues, ¿qué ha sido?
PERANSULES
  Un enemigo,...
REY
  ¡Peransules!
PERANSULES
  ...un rapaz
ha muerto al Conde de Orgaz.
REY
  ¡Válame Dios! ¿Es Rodrigo?
PERANSULES
  Él es, y en tu confianza
pudo alentar su osadía.
REY
  Como la ofensa sabía 880
luego caí en la venganza.
Un gran castigo he de hacer.
¿Prendiéronle?
PERANSULES
  No, Señor.
ARIAS GONZALO
  Tiene Rodrigo valor,
y no se dejó prender. 885
Fuese, y la espada en la mano
llevando a compás los pies,
pareció un Roldán francés,
pareció un Héctor troyano.
   


Y por último, en el acto Acto III doña Jimena, decepcionada tras la muerte de su padre, ofrece la hacienda de su "casa de Orgaz", como recompensa a quien le traiga la cabeza de Rodrigo de Vivar:

JIMENA
  Si estoy turbada y corrida,
mal me puedo sosegar.
(Aparte.)

(Volveré por mi opinión,
ya sé el cómo... Estoy mortal.
¡Ay, honor, cuánto me cuestas!)
Si por agraviarme más,
te burlas de mi esperanza
y pruebas mi libertad,
si miras que soy mujer,
verás que lo aciertas mal.
Y si no ignoras, Señor,
que con gusto o con piedad,
tanto atribula un placer
como congoja un pesar,
verás que con nuevas tales
me pudo el pecho asaltar
el placer, no la congoja.
Y en prueba desta verdad,
hagan públicos pregones,

desde la mayor ciudad
hasta en la menor aldea,
en los campos y en la mar,
y en mi nombre, dando el tuyo
bastante siguridad,
que quien me dé la cabeza
de Rodrigo de Vivar
le daré, con cuanta hacienda
tiene la Casa de Orgaz,
mi persona, si la suya
me igualare en calidad.
Y si no es su sangre hidalga
de conocido solar,
lleve, con mi gracia entera,
de mi hacienda la mitad.
Y si esto no haces, Rey,
propios y extraños dirán
que, tras quitarme el honor,
no hay en ti, para reinar,
ni prudencia ni razón,
ni justicia ni piedad.

A partir de esta alusión a Orgaz se ha querido deducir que si su casa estaba en la villa, era aquí donde habría nacido, o al menos que en alguna etapa de su vida Jimena vivió en Orgaz.



La leyenda del Cid, de José Zorrilla.

José Zorrilla, como otros autores en diferentes épocas, cultivó el romance, retomando la temática de los romances viejos.
En su obra La leyenda del Cid
(6) aborda la figura del héroe castellano, desarrollando en verso una biografía poético-legendaria del Cid, actualizando sus gestas para el público de su época.

En el capítulo primero, exponiendo los avances de la conquista por parte de los castellanos, Zorrilla alude a los nobles que participan en la empresa conquistadora y cita expresamente al padre de Jimena, refiriéndose a él como "un asturiano conde", para describirlo a continuación, identificándolo como Gómez, Gormaz ú Orgaz:

 

[...]

Nobles de Asturias, Galicia,
de Navarra y de León,
alzan ya en ellos pendón
y sustentan ya milicia.

Y Burgos, la albergadora
de labradores sencillos,
del reino de los castillos
comienza á ser la señora.

En uno de ellos, sentado
en la cúspide de un cerro,
de puntas de piedra y hierro
como un jabalí erizado,

vive un asturiano conde
que con el rey mucho priva:
con cuya prez positiva
su orgullo audaz corresponde.

Rico en valor, pobre en vicios
y sobrado de riquezas,
al rey con grandes proezas
tiene hechos grandes servicios.

Robusto y sano, aunque viejo,
al rey Fernando acompaña,
tan bizarro en la campaña
cuan útil en el consejo.

Mucho el rey en él se fia
y él mucho en verdad merece:
mas toda su prez empece
su insufrible altanería.


Ni cree que puede á él igual
estar hombre á su nivel,
ni que haya quien, par con él,
sea en nada su rival.



Sirve al rey como á Señor;
mas no piensa que del rey
le puede alcanzar la ley,
no siendo el rey que él mejor.


Tiene al rey por el primero;
mas del rey como segundo
no cree que va por el mundo,
sino como compañero;

El conde Lozano
y aunque fiel á su señor
le asiste y le satisface,
cree que es él quien al rey hace
con sus servicios favor.

Tal es el conde asturiano
que en aquel castillo habita,
y á quien la crónica escrita
titula el conde Lozano.

Si Gómez, Gormaz ú Orgaz
antes de este usó o se puso
no sé; por Lozano es uso
tomarle: séalo en paz.

De averiguaciones largas
sobre nombres no me ocupo;
bien este nunca se supo;
con qué averigüelo Vargas
.

Lozano ó no, el en cuestión,
conde ó no conde, en mi escrito
lo es, y ni pongo ni quito:
me atengo á la tradición.

[...]

No está demás incidir en que estamos ante una obra literaria en la que Zorrilla, como los demás autores románticos, altera la realidad y las circunstancias de los sucesos y los personajes históricos con fines artísticos o con intención política.

Aunque no estuviera en su mente el rigor histórico, como se puede ver, Zorrilla refleja claramente la confusión que a la altura del siglo XIX existía sobre el nombre del padre de Doña Jimena cuando dice "Si Gómez, Gormaz ú Orgaz no sé; por Lozanes uso tomarle" y lanza la duda dejando que "averigüelo Vargas".

 

Diccionario de Pascual Madoz

Otro antecedente de la creencia en el falso origen orgaceño de Doña Jimena lo encontramos en el prestigioso diccionario de Pascual Madoz, escrito a mediados del siglo XIX, que refiriéndose a Orgaz dice:

"Perteneció al condado de Orgaz, incorporado á la casa de Alba, cuyo título se cuenta obtuvo el Cid por su muger Doña Gimena, natural de esta villa" (7)

Son varios y graves los errores volcados en esta breve información, de la que sin duda han bebido autores posteriores:

El Cid nunca tuvo el título de conde de Orgaz, ni lo pudo obtener de su mujer, ya que:

El primer Señor de Orgaz fue D. Fernando Juan de Alfariella, título que le fue otorgado por el Rey Fernando III en el año 1220.

El título de Conde de Orgaz no existió hasta que el rey Carlos I se lo otorgara en el año 1520 al Señor de Orgaz D. Álvaro Pérez de Guzmán y Mendoza.

En ningún momento perteneció el condado de Orgaz a la Casa de Alba.

Y, como veremos más adelante, Doña Jimena no nació en Orgaz, con el añadido de que había muerto muchas décadas antes de las fechas que acabamos de referir.


Don Juan Moraleda, Cronista de Orgaz

En los textos del Cronista de la villa de Orgaz, D. Juan Moraleda, encontramos expuesta de forma explícita la creencia de que Doña Jimena es uno de los personajes ilustres nacidos en la villa de Orgaz y de que su marido el Cid Campeador fue el primer conde de Orgaz..

El Cid, primer conde o alcaide de Orgaz

Don Juan Moraleda, en su obra La Villa de Orgaz, expone su teoría con explicaciones impropias del Cronista de la villa que fue, escribiendo lo que sigue:

"Al variar de dominio el reino de Toledo, pasó, como es consiguiente, Orgaz, a formar parte del de Castilla, perteneciente a don Alfonso VI.
El primer Conde, ó Señor de la Villa de Orgaz después de la conquista de Toledo por el citado monarca fue don Rodrigo Ruiz Díaz de Vivar —el Cid Campeador—, primer Alcaide de dicha ciudad y sus fortalezas.
Obtuvo este honroso título el Cid al desposarse en Burgos con Jimena Gómez de Gozmar, natural de la Villa que nos ocupa, e hija del Conde de Gozmar, muerto por el mismo don Rodrigo para vengar ofensas inferidas por aquél a su anciano padre Diego Lainez.
EL romancero se encargó de trasmitir a la posteridad en hermosos conceptos por qué hizo su esposa el Cid a Jimena. Dice así:

Maté a tu padre, Jimena,
Pero no a desaguisado;
Matéle de hombre a hombre
Para vengar cierto agravio.
Maté hombre, y hombre soy;
Aquí estoy a tu mandado.
Y el lugar de vuestro padre
Cobraste marido honrado."
(8)

Anotemos que Moraleda asocia la obtención del condado de Orgaz por el Cid a dos hechos: a la conquista de Toledo por Alfonso VI y a su boda con Doña Jimena. Esto implica cierta contradicción cronológica que pone en cuestión su tesis. La referida boda se celebró en 1074, época en que Orgaz pertenecía al reino taifa de Toledo, ya que la conquista no se produjo hasta 1085. La boda no se produjo después de la conquista, como afirma Moraleda, y en esta circunstancia difícilmente podía el rey cristiano disponer de un territorio que estaba en manos musulmanas para ofrecérselo al Cid.


Jimena, hija ilustre de Orgaz

En otro pasaje del mismo libro insiste Don Juan Moraleda sobre el origen orgaceño de Doña Jimena, incluyéndola entre los hijos ilustres de Orgaz:

Gemma Llopis. Jimena 1972

"Datos sueltos hemos logrado adquirir de algunos hijos ilustres de Orgaz, y deploramos no sean biografías completas, pues algunas serían de importancia, como podrán colegir los lectores.
Doña Jirnena, esposa de Rodrigo Díaz de Vivar, fue hija del Conde Lozano .
Casó en 1074, según consta en la carta de arras otorgada a su favor, teniendo el Cid 34 años.
Según el Romancero, el rey D. Fernando la dio los dictados de noble homildosa y discreta; y en cuanto a sus prendas personales, diremos con el citado romancero que el día que salió á Misa, después de su primer parto

“Tan hermosa iba Jimena
Que suspenso quedó el sol
Enmedio de su carrera
Por poderla ver mejor.”
(8)

El mismo Moraleda manifiesta que su fuente de información sobre la relación del Cid y Jimena con Orgaz es el Romancero, fuente que es fruto de la fabulación de poetas y juglares, sin valor histórico. Por eso habla de Jimena Gómez de Gozmar, un personaje del Romancero, hija del conde Lozano, que unas veces es de Gormaz y otras de Orgaz, en lugar de referirse a la persona histórica llamada Jimena Díaz hija del conde de Oviedo, la esposa del Cid.

Por otro lado no podemos dejar de apuntar que, si Jimena nació en torno al año 1046, parece poco verosímil que un matrimonio cristiano diera a luz a su hija en Orgaz, en tiempos en que la población estaba bajo dominio musulmán en el reino taifa de Toledo. Incluso los mismos defensores de la Jimena orgaceña conocen este inconveniente y le buscan una posible explicación inventada, como hace D. José Ferrand, Marqués de Amposta:

"Resulta complicado un poco comprender históricamente el nacimiento de la niña Jimena, vasalla galaicoleonesa pariente del Rey Emperador Fernando I en Orgaz, Reyno moro de Toledo. Pero no por ello es el argumento irracional, sino todo lo contrario.
[...]
Desplazado a ésta zona del estimado Reyno toledano, aliado del Rey, su pariente, el padre de Doña Jimena, para cobro de los tributos correspondientes, gobierno del pechado con seguridad de tropas, y, residencia en la zona, nada tiene de particular que nazca aquí su hija, la orgaceña, nuestra JIMENA."
(9)

Calle Albaicid

El mismo autor, Moraleda, en su "Nomenclátor de las vías públicas de Orgaz", abunda en la creencia de que Jimena nació o vivió en Orgaz cuando al explicar el nombre de calle Albaicid de Orgaz indica que:

"Es tradición  - acaso sin fundamento-   que por esta calle entraba el Cid D. Rodrigo de Vivar a caballo para visitar a su luego esposa Dª Jimena tomando de esto y de la hora en que lo verificaba el nombre que lleva la mencionada vía." (10)

Apunta Moraleda, aunque dudando de su certeza, que el topónimo Albaicid es el resultado de las palabras alba y Cid. Más verosímil es pensar que nuestro Albaicid es una variación de Albaicín (topónimo presente en bastantes poblaciones españolas) , palabra derivada del árabe “al-bayyazin”, que puede significar "barrio en pendiente o cuesta" o "arrabal de los halconeros". (11)

Es fácil deducir que estos textos de Juan Moraleda han tenido una influencia directa en el origen de la creencia/leyenda existente en Orgaz sobre el origen orgaceño de Doña Jimena, y son la base de que ésta arraigase con fuerza a partir de mediados del siglo XX, con iniciativas como la elección de la reina de las Fiestas de Primavera a la que se le otorga el título de "Doña Jimena", reinas que en sus vestidos intentan revivir la imaginería y el vestuario de la época, dando gran vistosidad y boato a las fiestas.


LO QUE NOS DICE LA HISTORIA SOBRE EL CID

D. Rodrigo Díaz, el Cid Campeador, nació en Vivar en el año 1043 y murió en Valencia el 10 de julio de 1099. Su padre fue D. Diego Laínez, caballero de la Corte castellana . Se casó con Dña. Jimena Díaz, hija de D. Diego Rodríguez, conde de Oviedo, y nieta o sobrina del Alfonso VI, rey de León y Castilla (1040-1109).

D. Ramón Menéndez Pidal nos explica cuánto hay de histórico y cuánto de leyenda en este personaje y de su casamiento con Jimena:

" Las crónicas de fines del siglo XII y las del XIV nos cuentan que el joven Rodrigo venció cinco reyes moros y los llevó presos a Vivar, ante su madre, dejándolos luego ir libres; cuentan también que tuvo lid con el conde don Gómez de Gormaz, en la cual le mató, y que luego Jimena Gómez, hija del conde muerto, se querelló ante el rey Fernando, y al fin, rogó al rey que, para ella perdonar aquel homicidio, tuviese a bien casarla con el matador; ruego que fue grato al rey y más grato a Rodrigo, así que pronto se celebraron las bodas, bendecidas por el obispo de Palencia. Pero todo esto son cuentos de juglares, invenciones de poetas.

No importa que un docto benedictino como fray Prudencio de Sandoval, después de examinar viejos epitafios, se halle dispuesto a admitir, y otros muchos con él, que Rodrigo se casó en primeras nupcias con esta Jimena Gómez, y luego con Jimena Díaz; la Historia no conoce más que a esta última, y Rodrigo no se casó con ella en temprana edad, sino hacia los treinta años. Estas primeras mocedades del héroe no tienen más realidad que la muy elevada que les dio la poesía.

La lucha de agravio y amor entre Jimena y Rodrigo alcanza su mayor valor histórico cuando Guillén de Castro la realza dentro del sistema teatral de Lope de Vega y la impone a la mente de Corneille, o cuando éste hace servir el conflicto dramático español para componer la obra más leída de la literatura francesa, ennobleciendo con sus versos la causa de una reina española combatida por el cardenal Richelieu.

El relato de la primer entrevista del mozo de Vivar con el rey, cuando éste llama al joven para casarlo con Jimena, no tiene lugar alguno en la grandiosa historia de Fernando I, sino en la malhadada de Fernando VII, cuando servía para recrear el sentimiento liberal de los españoles, que desahogaban contra la tímida severidad de la censura gubernativa, repitiendo por lo bajo los versos del romancero: por besar mano de rey no me tengo por honrado."
(12)


Más información sobre el Cid:

EL PERSONAJE HISTÓRICO DE DOÑA JIMENA

Pulsar sobre la portada para ampliar Programa de las
V Fiestas de Primavera.
1972

Dícese, aunque sin fundamento, que doña Jimena Díaz fue natural de Orgaz, y que por lo mismo su esposo, El Cid, obtuvo el señorío de esta villa ..."

En el diccionario Espasa encontramos esta breve biografía de Doña Jimena Díaz:

"JIMENA DIAZ. Biog. Dama castellana, hija del conde de Oviedo, don Diego, y esposa del Cid, nacida a mediados del siglo XI y muerta en 1104: Era prima del rey Alfonso VI de Castilla y León, quien la casó con el Campeador, sin duda para atraérsele y consolidar la paz y buena armonía entre leoneses y castellanos, por ser Rodrigo el más influyente caballero entre estos últimos. La boda debió tener lugar el 19 de Julio de 1074, día en que se firmó la carta de arras. […] La leyenda, como es natural, se ha apoderado de la figura de JIMENA DIAZ, no separándola de su esposo; […] "

En la obra del P. Flórez titulada Las Reinas católicas podemos leer:

"Este mio Cid el Conquistador ovo por muger á Dona Eximena, nieta del Rey D. Alfonso, filla del Conde D. Diego de Asturias." (13)

Sobre los orígenes de Doña Jimena son bastante clarificadoras las afirmaciones que siguen de D. Ramón Menéndez Pidal:

"Doña Jimena, la asturiana. Reconciliación del Cid con los leoneses.

Alfonso, cumpliendo el deber de señor para con vasallo, buscó al Cid un matrimonio honrosísimo. Le casó con doña Jimena Díaz, mujer de alcurnia regia; era sobrina del mismo Alfonso VI, bisnieta del rey Alfonso V de León.
Conservamos la carta de las arras que el Campeador dio a Jimena el 19 de julio de 1074, fecha sin duda de la celebración del matrimonio. El Cid tenía entonces unos treinta y un años.[...]

El Campeador castellano recibe en su familia a una hijadalgo leonesa; así otorga a doña Jimena las arras «por fuero de León». En León el marido solía dar en arras la mitad de sus bienes y de los gananciales, mientras en Castilla daba sólo el tercio de la heredad.

La estirpe regia de doña Jimena indica bien cómo, a pesar de Llantada y Golpejera, Alfonso tenía en alta estima al ex alférez de Sancho. La desposada tenía por padres al antiguo conde de Oviedo Diego Rodríguez y a la nieta del citado rey de León Alfonso V, llamada Cristina. Tenía por hermanos a los que también fueron sucesivamente condes de Oviedo, Rodrigo Díaz y Fernando Díaz. Pertenecía, pues, la novia a la más linajuda nobleza asturiana, y su casamiento con el Cid obedecía a una acertada política de Alfonso, tendiente a unificar los intereses y sentimientos de sus vasallos. El matrimonio del Cid y de Jimena era como una alianza reconciliadora entre castellanos y leoneses; [...].
(14)

Finalmente veamos el perfil biográfico de Doña Jimena publicado por la Real Academia de la Historia (15) :

"Díaz, Jimena. Doña Jimena. ?, m. s. XI – San Pedro de Cardeña (Burgos), c. 1113.
Dama noble, esposa del Cid Campeador.

La biografía del Cid, conocida como Historia Roderici, presenta así el matrimonio que hacia julio de1074 contrajo el Campeador con la asturiana Jimena Díaz: “[Alfonso VI] le dio como esposa a doña Jimena, su sobrina, hija de Diego, el conde de Oviedo, de la cual tuvo hijos e hijas”. Se trataba de un enlace sumamente enaltecedor para el infanzón de Vivar del Cid, ya que el Rey no sólo le daba como esposa a una hija de la primera nobleza del reino, como era el padre de Doña Jimena, el conde de Oviedo, sino que venía a emparentarlo con la propia realeza leonesa, ya que Doña Jimena es calificada como sobrina de Alfonso VI. Con la palabra neptem o sobrina no se indica necesariamente que Doña Jimena fuera hija de un hermano o una hermana del Rey; podía serlo muy bien de un primo o prima carnal del Monarca y éste era el caso de Doña Jimena. Hija de Cristina (nombre que Doña Jimena impuso a una de sus hijas), que a su vez era nieta, como Alfonso VI, del rey leonés Alfonso V (999-1028). La abuela materna de Doña Jimena había sido otra Jimena, hija de Alfonso V y de su segunda esposa, la pamplonesa Urraca, hermana de Sancho III de Navarra y nieta de la leonesa Jimena. El padre de Doña Jimena, de nombre Diego, era conde de Asturias o de Oviedo; dignidad que ostentaron sucesivamente sus dos hijos, Rodrigo y Fernando Díaz.

La identidad de Doña Jimena queda así firmemente establecida, debiendo desecharse todas las leyendas y fábulas forjadas por los juglares en torno a unas supuestas Mocedades del Cid con un inexistente conde Gómez, que muere a manos del Cid, y la exigencia matrimonial de Doña Jimena ante el rey Alfonso VI.

Por la carta de arras fechada en 19 de julio de 1074, Rodrigo otorgó a Doña Jimena una dote, que según fuero de León, alcanzaba la mitad de los bienes del esposo; la dote de Doña Jimena consistió en tres villas o lugares íntegros y en diversas heredades en otras treinta y cuatro villas; en el mismo documento ambos contrayentes se nombran uno a otro herederos universales de todos sus bienes, que sólo pasarán a sus hijos después de la muerte de ambos esposos. En la primavera del año 1075, Jimena y Rodrigo se encuentran en Asturias, en la tierra de la esposa, donde el Campeador intervino como juez designado por el Rey en unos importantes litigios Desterrado el Cid en 1081, es muy posible que Doña Jimena no lo acompañase en un primer momento, pero no es admisible que se fuera a vivir a Cardeña, ya que seguía dueña de todos sus bienes dotales, y contaba también con el apoyo de su padre y sus hermanos, condes de Asturias. En el segundo destierro fue apresada con sus hijos por Alfonso VI, que ante los requerimientos del Cid, los puso en libertad y permitió que se unieran a su esposo y padre en el destierro.

Muerto el Cid en 1099, Doña Jimena quedó como dueña y señora de la ciudad de Valencia y de las tierras controladas por Rodrigo Díaz, con la eficaz mesnada cidiana a su servicio. En Valencia tuvo que resistir el prolongado asedio del ejército africano almorávide desde agosto de 1001 hasta marzo de 1002; ante la persistencia del mismo, Doña Jimena solicitó el auxilio de Alfonso VI, que acudió a su llamada con todo su ejército, obligando a retirarse a los sitiadores. Tras un mes de presencia en Valencia y su comarca, ante las dificultades de mantener una plaza tan alejada de Castilla, el rey dispuso en mayo de 1102 la evacuación de la ciudad. Al abandonar Valencia, Doña Jimena llevó consigo los restos del Cid, depositándolos en el monasterio de Cardeña. Viuda del Campeador debió vivir Doña Jimena unos años, más allá de 1113 en que enajena ciertas heredades.
"

(Los resaltados son míos)

Para conocer de primera mano algunos aspectos de la vida real de Doña Jimena es interesante leer la Carta de arras del Cid y Jimena (16), documento fechado el 19 Julio 1074, en el que se reflejan tres negocios jurídicos relacionados: la renovación de las arras concedidas por Rodrigo a Jimena, el prohijamiento recíproco de ambos cónyuges y su mutua designación como herederos universales en caso de fallecimiento del otro. Aquí ofrezco una de las muchas versiones que del documento se han hecho, tomada del libro Antigüedades de España de Francisco de Berganza (17) , y he añadido unos párrafos del mismo libro en el que se nos dan noticias de la vida de Jimena:

Arras cid

 


Tumba del Cid y su esposa Jimena en el crucero de la catedral de Burgos

Más información sobre Doña Jimena:

 

 

POSDATA.
Un monumento fuera de lugar


Las dos fotografías adjuntas corresponden a una escultura dedicada a doña Jimena, que el Ayuntamiento de Orgaz ha instalado frente a la puerta del castillo orgaceño con motivo de la 50ª edición de la Fiesta de Primavera celebrada en mayo de 2019.

En la placa, colocada en el basamento de la escultura, figura una inscripción con la explicación que sus promotores dan al monumento erigido.

 


Foto: Ayuntamiento de Orgaz
 
Foto: Ayuntamiento de Orgaz

 

Aún a riesgo de resultar impopular, no puedo eludir manifestar mis reparos sobre esta iniciativa municipal.

Vaya por delante mi defensa del folclore popular orgaceño, y por tanto de la Fiesta de Primavera que con tanto entusiasmo y alta participación celebramos todos los años y a la que he dedicado un extenso apartado en esta web. El presente artículo y esta posdata en absoluto suponen crítica alguna a la Fiesta de Primavera, aunque versen sobre doña Jimena, protagonista de las referidas fiestas.

Al comienzo de este artículo, redactado en el año 2000, indicaba que está muy arraigada en la población la creencia sobre la naturaleza orgaceña de doña Jimena Díaz, falsa creencia que, basada posiblemente en textos literarios, carece de fundamento histórico, creeencia puesta en boga por los creadores de las Fiestas de Primavera y fomentada a partir de entonces hasta nuestros días. Han pasado muchos años y, por lo que se ve, los responsables municipales siguen propalando la falsedad de que doña Jimena Díaz nació en Orgaz, dando naturaleza de hecho histórico a lo que no es más que una bonita leyenda, lo cual me lleva a hacer algunos comentarios críticos sobre el monumento que nos ocupa:

  • En la inscripción se dice "Dª Jimena, Primera Mujer Ilustre de la Villa de Orgaz". Con esta afirmación se hace alarde de un error, llevando a la confusión a los propios orgaceños y a los que nos visitan. El mismo error que transmite la placa exhibida en el patio del castillo en la que se dice: Al recuerdo de Doña Jimena esposa del Cid que jugó aquí.

  • Se dice que doña Jimena es "Abanderada de todas la mujeres orgaceñas". Puesto que no porta ninguna bandera, vamos a pensar que la frase quiere expresar, como viene manteniendo la oficialidad, que doña Jimena representa a la mujer orgaceña.
    La escultura elegida para esta representación evoca de forma inequívoca a la actriz italiana Sofía Loren, protagonista de la película El Cid, iconografía que no guarda relación alguna con los caracteres físicos y con la imagen que los orgaceños podamos tener de las mujeres de nuestro pueblo.

  • Se añaden a continuación una serie de valoraciones sobre la protagonista : "Persona vital y enérgica, de grandes dotes y cualidades. Supo perdonar y amar" . Se trata de afirmaciones que referidas al personaje histórico de doña Jimena Díaz resultan gratuitas.

  • Refiriéndonos a la escultura, sin entrar en valoraciones artísticas, siendo tan evidente la figura de Sofía Loren, me resulta una imagen chocante y falta de sentido para estar entronizada en un lugar tan emblemático de Orgaz. Si se trataba de hacer un homenaje a la mujer orgaceña pienso que debería haberse utilizado otra iconografía.

  • Como consecuencia de todo lo dicho, el monumento y su placa pueden inducir a los forasteros que nos visitan a sacar conclusiones nada positivas sobre los habitantes de la villa, y puede que traiga al presente la apreciación que, referida a otros tiempos, hiciera Félix Urabayen cuando decía "Orgaz, solar de viejos hidalgos, todos de línajudo abolengo ... hace sonreír un poco socarronamente a los comarcanos"

Dado que en el imaginario de los orgaceños actualmente ocupa un lugar importante doña Jimena, y el personaje tiene un papel protagonista en la celebración de la Fiesta de Primavera, ¿por qué en lugar de insistir en que se trata de un hecho histórico, no se presenta como una leyenda que, recientemente, sin fundamento histórico, y si acaso con alguna referencia literaria, ha arraigado en nuestro pueblo?

 

 

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(1) MELLADO, Francisco de Paula: Recuerdos de un viage por España. Segunda parte. Aragón, Cataluña, Valencia, Andalucía, Extremadura, Castilla la Nueva. -- Madrid : Mellado, 1863, 2ª ed., Pg. 410


(2) Decreto 14/2004 de 17-02-2004, por el que se declara Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico, la Villa de Orgaz, provincia de Toledo. D.O.C.M. Núm 29, de 1 de marzo de 2004

(3) Historia del muy valeroso caballero el Cid Ruy Díaz de Vivar en romances en lenguaje antiguo, recopilado por Juan Escobar.-- Alcalá: Juan Gracián, 1612 (Esta obra ha tenido posteriormente multitud de ediciones y estudios, bajo títulos diferentes)

(4) El Cid .-- Barcelona: Imprenta de A. Bergnes y Compañía, I842.

(5) Mocedades del Cid, de Guillén de Castro y Bellvis, publicado en Valencia en 1618) [Consulta 05.10.2000]

(6) ZORRILLA, José: Leyenda del Cid . -- Barcelona: Editorial Montaner y Simón Editores. 1882

(7) MADOZ, Pascual: Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Tomo XII.- Madrid, 1849)

(8) MORALEDA Y ESTEBAN, J: La Villa de Orgaz.- Toledo: Manuscrito, 1887.- Real Academia de la Historia de Madrid, sección Manuscritos.- Edición electrónica: Jesús Gómez Fernández-Cabrera.- Año 2005.- Disponible en Villa de Orgaz : www.villadeorgaz.es.

(9) FERRAND Ferrand, Marqués de Amposta: Pregón de la Fiesta de primavera. Orgaz, 1972.

(10) MORALEDA Y ESTEBAN, J.: Adición segunda al libro intitulado "La Villa de Orgaz.- Toledo: Manuscrito, 1894.- Real Academia de la Historia de Madrid, sección Manuscritos. 9/4979.- Edición electrónica: Jesús Gómez Fernández-Cabrera.- Año 2010. [En línea] . Disponible en www.villadeorgaz.es

(11) Para algunos historiadores, entre ellos el reputado arabista Luis Seco de Lucena Paredes, el topónimo Albaicín proviene del término árabe “ al-Bayyazin” que significa “halconero” y “Rabad al-Bayyazin” quiere decir literalmente “Arrabal o barrio de los halconeros
Testimonios antiguos como el del gran cronista y filósofo musulmán Ibn al–Jatib, consejero del emir nazarí Muhammad V, mantienen que el topónimo “ al-Bayyazin” significa “barrio en cuesta” o “barrio en pendiente”.

(12) Tomado de MENÉNDEZ PIDAL, Ramón : El solar del Cid.- En Revista de las Españas.- Madrid, junio de 1926. 2ª época, número 1.- Disponible en: ttp://www.filosofia.org/hem/dep/rde/re001001.htm [Consulta 05.10.200]

(13) Las Reinas católicas , tomo I página 505 línea 17 .

(14) MENÉNDEZ PIDAL, Ramón : El Cid Campeador.- Madrid: Espasa Calpe, 1950, p. 49-50.

(15) MARTÍNEZ DIEZ, Gonzalo: Jimena Díaz.-- En Dicccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia . [Consulta 10.05.2019]

(16) El original se encuentra en el Archivo de la Catedral de Burgos. Está escrito en latín en letra visigótica redonda, en pergamino de tamaño: 420 X 570 mm.

(17) BERGANZA, Francisco de: Antigüedades de España: propugnadas en las noticias de sus reyes, y condes de Castilla la Vieja: en la historia apologética de Rodrigo Diaz de Bivar, dicho el Cid Campeador: y en la crónica del real monasterio de San Pedro de Cardeña, Volumen 1.-- Madrid; F. del Hierro, 1719.


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Creación: octubre 2000 / Última modificación: mayo 2019