Canciones que se usaban para rondar los mozos a las mozas, y también recorriendo las calles como solaz. Acompañaban guitarras y violín.
Hágale usté, camarada
Hágale usté camarada
a esa guitarra que suene,
que está muy largo la cama
donde mi morena duerme.
Ese mozo que ha cantado
Habrá dormido con ella
Cuando sabe que está largo
La cama de su doncella.
Oigale usté camarada
Yo no he dormido con ella
Una vez que estaba mala
Pasé con su madre a verla.
(Texto recogido en Orgaz por Bonifacio Gil en 1949. Ver "Canciones antiguas de Orgaz recopiladas por Bonifacio Gil García en 1949 , nº 22 ).
Los sacramentos del amor (1)
Los sacramentos del amor,
niña, te vengo a cantar.
Ponte de codo en la cama,
si los quieres escuchar.
El primero es el Bautismo,
bien sé que estás bautizada
en la pilita del Cristo
para ser buena cristiana.
Segundo es Confirmación,
bien sé que estás confirmada,
que te confirmó el obispo
la hermosura de tu cara.
El tercero es Penitencia,
esta nunca la cumplí,
que me dijo el confesor
que me apartara de tí.
El cuarto es la Comunión,
es un manjar verdadero,
que el que le recibe en gracia
derechito se va al cielo.
El quinto es la Extremaunción,
la que dan a los enfermos,
la que me han de dar a mi,
que de amor estoy muriendo.
El sexto Sacerdotal,
sacerdote no he de ser,
que en el libro del amor
toda la vida estudié.
El séptimo es Matrimonio,
que es lo que vengo a buscar,
aunque tus padres no quieran,
contigo me he de casar.
(Texto recogido en Orgaz por Bonifacio Gil en 1949. Ver "Canciones antiguas de Orgaz recopiladas por Bonifacio Gil García en 1949 , nº 34 ).
Los sacramentos del amor (2)
Si quieres oírme, dama
los sacramentos cantar,
¡Ay! siéntate sobre mi silla,
que te los voy a explicar.
El primero es el Bautismo,
bien sé que estás bautizada
en la pilita del Cristo
para ser buena cristiana.
Segundo es Confirmación,
bien sé que estás confirmada,
que te confirmó el obispo
la hermosura de tu cara.
El tercero es Penitencia,
que es la que a mí me han echado:
el hablar contigo a solas
y jamás se me ha borrado.
El cuarto es Comunión,
recíbela con deseo,
el que la recibe en gracia
se va derechito al cielo.
El quinto es la Extremaunción,
extremo es lo que te quiero:
que me traes por esas calles
que ni duermo ni sosiego.
El sexto Sacerdotal,
sacerdote no he de ser,
que en el libro del amor
toda la vida estudié.
El séptimo Matrimonio,
que es lo que vengo a buscar:
la licencia de tus padres,
si es que me la quieren dar.
(Texto recogido en Orgaz por Bonifacio Gil en 1949. Ver "Canciones antiguas de Orgaz recopiladas por Bonifacio Gil García en 1949, nº 35 ).
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